Presencia no deseada y visa de salida lista. La depuración 2.0 de Mourinho inició con Karsdorp. El lateral (en realidad, nunca nombrado por el entrenador) el miércoles por la noche recibió el fuerte regaño del Special One y también algunos reclamos de sus compañeros que están con el mister, escribe Francesco Balzani en el diario Leggo. Un desapego que parte de lejos y que se ha ido nutriendo con los días. Sobre todo con el grupo. Mou, de hecho, trató de defenderlo y estimularlo (ver las declaraciones del post Juve) pero por otro lado las señales no fueron alentadoras. Los errores individuales con Udinese y Sassuolo son dos notas altas de un marcador arrugado entre salidas evitables (ver la de la noche post derby a una discoteca de Piazza Navona) y las quejas por sustituciones, la última en el derby.
Muchos elementos desbordaron el lomo del camello el miércoles: la falta de ganas al entrar, la falta de júbilo ante el gol de Abraham, la bronca con Cristante y el error que desencadenó el empate del Sassuolo.
«Después de las palabras desmedidas de Mourinho ahora solo tiene que irse, es un hecho muy grave», sentenció ayer el exdirectivo Sabatini no exento de culpa en el pasado sobre otros casos más espinosos (véase Osvaldo). “Este no es el caso de un jugador que lleva 5 años aquí. También exijo explicaciones al club porque Mourinho no mencionó su nombre”, dijo el agente Henkes.
Ayer no hubo acercamiento entre las dos partes. Karsdorp está en el mercado, las ofertas por sus servicios se han estado intermitentes durante años. Los mensajes del técnico van encaminados a reforzar el grupo, pero en enero podrían salir otros además del neerlandés: de Kumbulla a Shomurodov pasando por Bove.
Un poco como el año pasado con los varios Villar, Mayoral y Calafiori. Obviamente, también se esperan llegadas más allá de Solbakken: desde Aouar hasta Bellerin hay oportunidades. Y el club está del lado de su entrenador en este proceso.
Mientras tanto, Mou ha vuelto a encontrar los goles de Abraham que ayer recibió otro golpe. Inglaterra lo excluyó del Mundial de Qatar tras un año de convocatorias. «Marcó poco en el momento equivocado, su forma cuenta», dijo el entrenador Southgate, quien también dejó a Smalling en casa. Tammy, que ya estaba pasando por un momento personal infeliz, cobró. Convocado con Polonia, sin embargo, Zalewski, mientras que Dybala pretende estar allí con Turín para convencer al técnico Scaloni. También en este caso Mou no ocultó que estaba decepcionado por el comportamiento del argentino. Aire tenso pues, y bendita parada que llega en el momento justo.
