Un metro noventa de explosividad, sentido de la posición, determinación en el marcaje y ganas de llegar a un gran fútbol que viene de las categorías inferiores, de la humildad y del sentido del respeto que sus padres le han transmitido desde niño. Cuando hablas de Rayyan Baniva con Andrea Pirlo, Roberto Baronio, Nicola Pavarini y Emiliano Viviano, algunos de los italianos del Karagumruk (también están Borini, Bertolacci, Ricci y Biraschi), en primer lugar empiezan a perfilar las enormes cualidades morales de este defensor turco de veinticuatro años nacido en Italia en Bologna de madre turca.
Rayyan jugó en los sectores juveniles del Módena y Verona. El defensa mide 192 cm y ha jugado en Mantova, Renate y Verona. Le siguen de cerca Torino y Roma, según informa Tuttosport, ya desde finales de 2022 y últimamente también han comenzado las primeros contactos con el Karagumruk, que le ficho prácticamente a coste cero del Verona, dejando al club de Setti un porcentaje de la eventual reventa.
Bantya puede, por tanto, jugar con un pasaporte italiano mientras espera la llamada de la selección italiana con la que sueña, aunque no sería fácil para él, musulmán practicante, decir no a una posible convocatoria de Turquía. Karagumruk pide nada menos que 5-6 millones de euros para despojarse de él, tiene contrato hasta el 30 de junio de 2025