Veintiséis partidos de liga jugados, veintidós onces diferentes mando al campo por Paulo Fonseca así cuenta el periodista de Corriere dello Sport Jacopo Aliprandi. Temporada complicada para el portugués, que ha estado obligado a luchar entre con muchas lesiones, el desempeño fluctuante de varios jugadores y la inexperiencia táctica debido a su paso del campeonato ucraniano al italiano. Tantos cambios, demasiados, empujaron a la Roma a trabajar duro durante la temporada y no a encontrar el equilibrio táctico correcto entre los departamentos.
Solo se ha usado un mismo once más de una vez (3). El primero en septiembre con las victorias contra Sassuolo y Bologna: en ese caso Fonseca había usado a Florenzi, Mancini, Fazio y Kolarov en defensa, Veretout y Cristante y en el mediocampo y el ataque compuesto por Kluivert, Pellegrini, Mkhitaryan y Dzeko. Seis puntos en dos partidos muy complicadas, pero una formación que ya no fue capaz de salir al campo, primero por la lesión de Mkhitaryan, y luego por la de Kluivert.
La Roma siempre ha estado en emergencia, Fonseca nunca ha podido desplegar sus once ideales, pero se ha visto obligado a adaptarse a los jugadores que tenía disponibles. Tres veces el entrenador usó la alineación con Florenzi, Mancini, Smalling, Kolarov en defensa, Diawara, Veretout en el mediocampo y Zaniolo, Pellegrini, Perotti, Dzeko en ataque. Bueno, el primero partido que fue la victoria 4 a 1 contra la Fiorentina, pero luego de las vacaciones de invierno dos derrotas consecutivas contra Torino y la Juventus. Luego más cambios, principalmente debido a la lesión primero de Zaniolo, luego de Diawara.