A Daniele De Rossi le gusta mucho, pero a Florent Ghisolfi también le gusta mucho. Así que la Roma se esfuerza mucho, aunque no será fácil convencerlo ni a él ni al Atlético de Madrid, escribe Andrea Pugliese en La Gazzetta dello Sport. Porque creció con los colores colchoneros y siente la camiseta como una segunda piel. Y porque el Atlético cree en él, tanto el club como Diego Simone. Sin embargo, Rodrigo Riquelme sigue siendo uno de los objetivos de la Roma para reforzar el frente de ataque.
Porque tiene imaginación y regate, el uno contra uno pero sobre todo una gran flexibilidad: nació como extremo izquierdo, pero también jugó a menudo por la derecha o incluso como centrocampista ofensivo. La Roma ya ha movido ficha en los últimos días con el entorno del futbolista, que ha estado escuchando lo que le decía Florent Ghisolfi. Aunque no es un jugador intocable para el Atlético de Madrid, es uno de esos jugadores sobre los que el club español quisiera construir el futuro, con vistas a rejuvenecer. Y luego habrá que convencer al club madrileño, lo que no será nada fácil. También porque el Atlético le valora en 30 millones, ni un euro menos.
La Roma pretende poner 20 millones sobre la mesa, informo hace unos días el diario Leggo, el Atlético como ya se sabe pide 10 más. En estos casos siempre se puede llegar a un acuerdo a mitad de camino, considerando además que Riquelme gana menos de una séptima parte de lo que recibe Chiesa, el otro objetivo de los capitalinos para el costado izquierdo ofensivo. Por sus características es el extremo ideal en el 4-3-3 de De Rossi.