El Roma-Torino contará con un espectador de excepción: Ruggiero Rizzitelli, doble ex del partido, entrevistado por Paolo Valenti para el Corriere dello Sport. El exdelantero habla de los dos equipos a partir de sus experiencias con sus camisetas.
Ruggiero, ¿puedes decirnos qué tienen en común Roma y Torino?
“Tienen la afición en común. Después de dejar Roma estaba preocupado, porque vivo del público, de la afición, de la pasión. Y así, al salir de Roma, mi miedo era encontrar plazas frías. Y en cambio, en Turín encontré precisamente esa calidez que, al menos en parte, me hizo olvidar Roma. Turín vive de Toro, no de la Juve, y eso me apasiona y me dio la energía que temía perder».
Si tuvieras que elegir los mejores momentos de tus respectivas experiencias, ¿cuáles señalarías?
“Yo diría que los goles en los derbys. Al fin y al cabo, en Roma ese partido se siente de forma absurda y en Turín los Granata viven de ello al no poder ganar el scudetto. Como aficionado, marcar un gol en el derby es como tocar el cielo con un dedo. En Turín, pues, hice cinco en dos años: si me hubiera sucedido también en Roma, ¡me habría convertido en el Papa! Cuando estaba con los Granota, sin embargo, me «dedicaron» una calle en Orbassano: via Ruggiero número 4, con una pancarta. Sucedió en el año que ganamos dos derbys y yo marqué cuatro goles. Fue una gran satisfacción.»
Vayamos al presente. ¿Cuáles cree que son los objetivos realmente alcanzables para Torino y Roma?
“Toro está haciendo un campeonato acorde a su plantilla: si llegara a la Europa League sería un milagro, como ganar el scudetto. Creo que a Juric le está yendo muy bien. Mientras que la Roma, en mi opinión, tiene el equipo para aspirar al cuarto puesto. Perdió muchos puntos al principio del campeonato contra equipos más pequeños, pero desde que llegó De Rossi las cosas han cambiado».
¿Entendiste los motivos del despido de Mourinho? Y, sobre todo, ¿lo consideró correcto?
“Al principio no lo consideré la elección correcta. En mi opinión, el club cambió a Mourinho porque ahora ya no se hablaba de fútbol sino de árbitros, de sistema. Quizás los Friedkins estaban cansados de todo esto y de demasiadas críticas que el entrenador había lanzado hacia los propietarios. Al elegir a De Rossi pusieron al único que podía sustituir a Mourinho: no podía decir que no. Y hasta ahora todo va muy bien».
Por la destitución de Mourinho, los Friedkins fueron criticados por primera vez desde que asumieron el cargo en Roma. Cairo también suele estar mal visto. ¿Qué piensa sobre el funcionamiento de las dos directivas?
«Estas son dos cosas diferentes. Cairo no debe aspirar a ganar el scudetto: éste debe ser su campeonato y, si las cosas van bien, puede acceder a la Europa League. Él y Torino no pueden permitirse nada mejor. Algunos incluso dicen que no quieren ir a la Europa League pero a mí me parece absurdo. Sé que el mercado pide más, pero no debemos olvidar que si las cosas van mal corremos el riesgo de ir a la quiebra. En cuanto a los Friedkins, en los últimos años han incorporado jugadores importantes, con un currículum que muchos envidian. Desafortunadamente no pueden rendir continuamente debido a las lesiones».
En su opinión, ¿la idea que tiene De Rossi del fútbol permite a los jugadores resaltar mejor sus cualidades individuales?
“Más que en las cualidades individuales, me centraría en el factor confianza: eso ha cambiado. Tomemos como ejemplo a Paredes: con Mourinho desempeñó un papel sustancialmente idéntico al que desempeña hoy. Pero ahora parece un jugador diferente: lo veo correr, golpear, deslizarse. Antes estaba casi parado, nunca buscaba la jugada profunda ni el balón importante. Así como muchos otros. En mi opinión habían perdido la fe en sus capacidades, como Pellegrini, cuyo rostro y actitud vi apagados. De Rossi le devolvió la energía, luego los resultados que llegaron hicieron el resto».
Os doy los nombres de dos jugadores que han jugado poco hasta ahora: Azmoun y Smalling. ¿En qué medida cree que podrán influir en los resultados de la Roma en esta segunda parte de la temporada?
“Todos sabemos lo que demostró Smalling en los últimos años: estaba a cargo de la defensa. No es casualidad que tuviéramos dificultades especialmente en ese departamento, porque faltaban su calidad y personalidad. Creo que De Rossi lo irá recuperando poco a poco porque es complicado volver después de todos estos meses. En cuanto a Azmoun, me gusta, en el sentido de que es alguien que nunca se rinde y al final su ‘gollettino’ siempre lo hace. Puede ser importante como compañero de equipo de Lukaku y para ayudarle a recuperar el aliento».
En relación a sus características, cuéntame dos jugadores del Toro que podrían darle algo más a la Roma
“Bellanova es alguien que empuja y tiene piernas: podría ayudar a solucionar los problemas de la banda derecha. Y también me gusta mucho Buongiorno porque es un defensor de la calidad y maldad. No es casualidad que sea el ídolo del Toro».
Aún considerando las formaciones de los dos equipos, si volvieras a jugar hoy, ¿dónde crees que podrías desempeñarte mejor?
“¡Toda la vida en Roma! Y en cualquier caso no me importan las formas: lo importante es jugar y tener la confianza del entrenador. No creo que la formación pueda cambiar la suerte de un jugador: si tienes cualidades, dentro de ciertos límites te adaptas a cada formación».
¿Qué será decisivo en Roma-Turín?
“El factor campo y la confianza en uno mismo”.
¿Quién será el hombre del partido?
“Paulo Dybala”.
