En Trigoria toda la legión portuguesa esta a la espera de novedades, escribe Francesco Balzani en el diario Leggo. Con historias diferentes, pero quizás destinos comunes. Uno de Setúbal, el otro de Oporto, el último de Lisboa. Empecemos por el más famoso: Mourinho.
El técnico ha pospuesto la posibilidad de ir Arabia y ha reabierto la puerta a la renovación, espera a los Friedkins que a su vez quisieran esperar un poco más. Ahora que el mercado de valores está cayendo, muchas cosas podrían cambiar en las próximas semanas, especialmente dada la necesidad del nuevo sponsor del club, Riyadh Season, de tener un testimonio de clase mundial. El segundo nombre es el de Tiago Pinto, sus palabras de hace dos días sonaron a valoración final. Él también tiene un contrato que expira en junio y hasta el momento no tiene cita con el bolígrafo en la mano. En este caso está Massara en la puerta.
Llegamos al tercero, el más problemático. Renato Sanches, de hecho, debería poder entrar en la lista de convocados para el partido ante Udinese, pero es poco probable que esté en el campo desde el principio, lo que genera cada vez más críticas hacia su contratación. Otro problema muscular le mantuvo tres días en el área esta semana, lo que suponía el relanzamiento del centrocampista que no juega en Liga desde el 17 de septiembre. La Roma lo estudiará de aquí a enero, sin excluir una sensacional petición de interrumpir la cesión.
También se vigila el caso Smalling, que todavía no entrena con el resto del grupo grupo: él también podría acabar en el mercado. Quien ya está ahí es Spinazzola, por quien el Galatasaray avanza poco a poco.