Renovaciones y ajustes salariales: estas serán las primeras tareas de las que deberá encargarse Tiago Pinto al final de la temporada, antes de lanzarse al mercado de verano, escribe Gianluca Lengua en Il Messaggero. La renovación de Mancini es la última que ha anunciado club (en el reporte económico semestral), un contrato hasta 2026 al que, sin embargo, no se le realizo el ajusto salarial. Habrá que esperar unas semanas más para definir los lineamientos económicos de los dueños.
También aguarda Zaniolo, que en las dos últimas entrevistas no ha dado certezas sobre su futuro en los Giallorossi. Hay numerosos equipos dispuestos a ficharle, sobre todo en el extranjero (en la Premier League) donde el poder económico es mayor que en Italia. A Nicolò le gustaría estar a la altura de los mejores jugadores de la plantilla con un sueldo que ronda los 6 millones. Manteniéndose en ataque, la renovación de Mkhitaryan también se definirá en breve: el armenio tiene su contrato a punto de expirar, su voluntad es quedarse. Pinto para repartir los costos está listo para ofrecer un acuerdo a la baja por dos años. La cuestión de Cristante, cortejada por Sevilla, Juventus y Milan, está por definirse. Mourinho quiere quedarse con él a toda costa y por eso está dispuesto a renunciar al rescate de Oliveira. Seguro que quien se marchará en verano es Veretout, porque tras el «no» de Friedkin a la petición de un ajuste top player, las relaciones se han roto definitivamente.