Claudio Ranieri concedió una entrevista al periódico deportivo La Gazzetta dello Sport. El técnico habló de la semifinal de vuelta entre la Roma y el Leicester -equipos de los que fue entrenador- prevista para el jueves. Aquí están las palabras de Sir Claudio.
Mister, no es broma: el jueves tifara por la Roma, ¿no?
Pero que me estas preguntando? La relación con el Leicester era un hecho profesional, pero apoyar a la Roma me reconecta con el niño que fui. No puedo traicionar eso.
¿Irá al estadio?
Por supuesto. Y me recordará las veces que iba al Curva. ¿Sabes a qué edad hice el primer viaje? A los 12-13 años. Fui a Florencia con un primo en un autobús de fans que salía de Flaminio.
¿Cuántas ocasiones tiene que pasar la Roma?
Digamos un 55%, porque esta vez sí es el efecto Olímpico. Da gusto verlo lleno de nuevo y felicito a la directiva por la política de precios.
¿Demasiada euforia puede ser un riesgo?
No, si tiene en el banquillo a Mourinho, a quien agradecí las amables palabras que me dedicó en la ida. Ya lo ha dicho José: “La afición debe usar el corazón, nosotros debemos usar la cabeza”. El tiene razón. Sin embargo, lejos de Leicester son menos efectivos. Creo que está en el último lugar en términos de rendimiento. Si su temporada no estuvo a la altura de las expectativas es precisamente por lo que hizo fuera de casa.
¿Cuál de los dos equipos tiene la mejor plantilla?
Rodgers lleva varios años trabajando y entonces digamos que tiene un grupo más selecto de jugadores, José solo lleva aquí un año».
El 4 de mayo se cumplirá un año del anuncio de que Mourinho se convertiría en el nuevo técnico de la Roma: ¿qué pensó ese día?
Fue una sorpresa maravillosa y, como todos los fanáticos, pensé que la propiedad había dado garantías de inversión. Dan Friedkin es el presidente perfecto: calla y prefiere hablar con hechos. Y se nota por lo que ha puesto en el club hasta ahora.
¿Cuáles son los puntos fuertes de Roma y Leicester?
La mentalidad de Mourinho y, espero, la nueva forma de Abraham y Zaniolo. Lástima por la lesión de Mkhitaryan, significará que le tocará a Pellegrini hacer un doble trabajo. Por último, el regreso de Smalling: actuará como barrera ante los contraataques que puedan existir. Para los británicos, en cambio, diría que la organización que llevó a Rodgers alternaba en la búsqueda de la verticalidad. Este deseo de profundizar comenzó conmigo, también para aprovechar las características de alguien como Vardy. Pero ojo también con Maddison, que sabe dar mucha calidad.
