Claudio Ranieri concedió una larga entrevista al diario deportivo Corriere dello Sport. El técnico de la Roma habló del presente de los Giallorossi, del último derbi ganado y del futuro. Estas son las palabras del técnico en la primera parte publicada en la edición de hoy:
¿Eres realmente tan tranquilo, serio y civilizado? (Evito preguntarle si es el hombre adecuado para la Juve porque ya lo ha dado y entonces seguro que no es el momento).
“En apariencia, sí”.
¿Y lejos de las cámaras?
«También. Soy lo que ves, no sé fingir.»
¿Todavía puedes emocionarte? Naturalmente, pienso en el domingo por la noche, en el derby.
“Son emociones fuertes, además porque son las últimas”.
¿Quieres decir que en serio vas a cerrar en junio?
“La última etapa ha comenzado y cuando crees que ha terminado es cuando comienza la subida”.
Qué historia tan maravillosa es la vida. Antonello estará feliz. Preciso: Venditti, no Alessandro.
“Me di cuenta de que había cambiado”.
¿Dónde y cuándo?
“En el Olímpico, cuando se cantó el himno de Antonello, no subí del túnel porque me emocioné, mientras que ahora puedo soportar la emoción y, efectivamente, el canto de los sesenta mil me da el último estallido de energía” .
Y pensar que anunciaste el adiós a las armas.
“¿Me crees si te digo que en los últimos meses he recibido más ofertas que después del triunfo con el Leicester? Cuando me di cuenta de que todavía había ganas de Ranieri, las ganas también volvieron a mí, pero sabía que sólo lo haría para dos equipos, Cagliari y Roma. Me bajaron del Aventino.»
La llamada – ¡anunciación!, ¡anunciación! – ¿Cuándo llegó exactamente?
“Ese lunes de noviembre, Ghisolfi me llamó para decirme que los Friedkins querían hablar conmigo. Me fui inmediatamente a Londres».
Vuelo programado, para que la gente no lo sepa.
“Chico, no seas inteligente. Tengo una casa en Londres».
¿Qué pensaste durante el viaje?
“¿Qué más se suponía que debía pensar? Acaban de despedir a Juric, me llaman y ¿qué puedo pensar? Claudio, empecemos de nuevo»
¿Cómo te va con el inglés?
“Terrible, como siempre”. Y él se ríe.
Los Friedkins te entendieron.
“Y los entendí, quieren hacerlo bien, llevar a la Roma a la cima. ¿No hablan en público? ¿Ves a otros estadounidenses, hablo de dueños de equipos, dando entrevistas o simples declaraciones? Los americanos son así. Confían las tareas a las personas que eligen y si no les va bien las cambian.»
Caricaturas frente a la puerta cerrada y adiós para siempre.
«No sé nada sobre dibujos animados».
¿Cómo encontraste el equipo?
“Como todos los equipos que salen de un paro. En este caso incluso dos en unos meses. Moralmente decaído, pero físicamente bien. Con Daniele y Juric habían trabajado bien a nivel deportivo. Simplemente aporté mis ideas, intenté estimular a los chicos y rápidamente nos llevamos bien. ¿Qué significa estar en sintonía? Pensando las mismas cosas, dándolo todo el uno por el otro. Siempre jugando a muerte. Soy alguien que exige mucho en los entrenamientos, cuando llega el partido les doy libertad a los jugadores porque, si han trabajado bien, saben comportarse tanto defensiva como ofensivamente. Por cada error debe haber una reacción, nadie debe recordar el error que acaba de cometer. Aún queda mucho tiempo. Todos cometemos errores, en el campo, en la vida… Hace un tiempo leí una frase que me gustó mucho».
¿Cual?
«Si un error no es un trampolín, es un error».
¿Cómo tomó su mujer el regreso a los banquillos?
“Rosanna no quiere que nadie hable de ella, es súper reservada”.
Polverosi, sin embargo, me dijo que…
“Olvídate de Alberto. Y especialmente mi esposa. Ella es tímida, como yo.»
¿Eres tímido?
“Sí, yo. Por eso no me excedo y también evitaría con mucho gusto las entrevistas. Pero no puedo hacer eso, es trabajo. Ahora no te hablaría, por ejemplo…».
Yo tampoco, por cierto.
«Depende de nosotros».
Hablando de subidas, Claudio: He echado un vistazo a los últimos 8 partidos de la Roma, son delirantes. Marca rápidamente.
“Lo sé todo, lo tengo todo claro. Pero ahora las cosas están mejor, el equipo ha recuperado la autoestima, tiene confianza».
Ganaste el quinto derby de cinco: lo primero que te viene a la cabeza.
“Estaba feliz por la afición. La alegría que puedes dar es mayor que la alegría que sientes. No tengo miedo de decir cosas: vencimos a una Lazio que está haciendo una gran temporada y jugando un fútbol bonito. El domingo vi una Roma diferente, una Roma que sabe estar en el campo. Muy lejos del de Nápoles, pero yo había llegado hacía apenas un día y la selección acababa de regresar. El progreso, el crecimiento es notable. En Nápoles hicimos un buen partido, pero fuimos demasiado tímidos y nunca intentamos ganar».
¿Cuánto y dónde cambiarás desde ahora hasta el 3 de febrero?
“Ya tengo una buena plantilla, pero hay que completarla porque pronto jugaremos tres partidos por semana. Necesitamos algo más, al fin y al cabo hablamos de un mercado de reparación y por eso nosotros también intentamos reparar».
Algo más, pero también algo menos.
“Habrá salidas, por supuesto, y las llegadas deberán respetar los parámetros del Fair Play Financiero”.
¿Cómo ves a Dybala?
«Con una sonrisa. La sonrisa es importante, quien llega al campo con una sonrisa, como Paulo, facilita las cosas y te llena el corazón. Dybala ya me gustaba mucho cuando estaba en Palermo».
¿Me equivoco o le ha garantizado la centralidad que persigue desde hace años?
«Para mí todos son centrales, deben serlo. Paulo juega un fútbol superior, juega mucho ahora porque está bien, pero hay que protegerlo. Lo saco en cuanto lo veo cansado. En el derby él y Dovbyk hicieron un trabajo excepcional y contribuyeron de manera decisiva al éxito».
Le devolviste espacio y dignidad a Paredes y Hummels.
«A Paredes y Hummels no hay que decirles nada, ellos saben qué hacer y sus compañeros reconocen su liderazgo, no es casualidad que siempre confíen en ellos».
«Nadie tuvo ningún problema con Ranieri, pero el día antes del partido entrenamos para jugar de una manera y al día siguiente todo cambió». Hasselbaink dijo que usted entrenó en el Chelsea. Él se ríe.
“Hasselbaink marcó conmigo como nunca antes y también desde entonces”.
Cada vez que te pregunten por Totti, por su hipotético -y agrego deseable- regreso a la Roma, responde que lo llamarás, que hablarás con él. Es una falta de respuesta. ¿O siempre lo encontraste ocupado?
“Es una falta de respuesta. Pero puedo garantizar que hablaré con Francesco, pero primero tendrá que entender qué quiere hacer cuando sea mayor. Hablaré con él, como hablé con Daniele y me gustaría mucho abrazar a Bruno Conti, a quien no veo desde hace mucho tiempo».
¿Cree que los Friedkins se oponen al regreso de Francesco?
“No hemos hablado de eso todavía. Pero no lo creo, no lo sé.»
¿De verdad Pellegrini se queda? Ésta es la última pregunta, cuya respuesta no ha sido publicada.