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Ranieri y Dybala hablaron abiertamente para tomar una decisión; Paulo no quería perderse y esto le dijo al entrenador

Una nueva confirmación ha llegado a Londres: hay una Roma con Dybala y luego otra sin Dybala, todavía capaz de lanzar su corazón por encima del obstáculo. Esta es la verdad absoluta. Lo que también ilustra la gestión de Claudio Ranieri, que se ilustra con el gol de Hummels en el último suspiro. El número 21 encendió la luz en la maniobra de Giallorossi con esa zurda mágica.

De su zurda llegó el balón teledirigido de un tiro libre a la cabeza de N’Dicka. Luego, de una intuición suya, con vueltas perfectas, casi como si uno se quedara sin palabras al revisar las imágenes a cámara lenta, nació la asistencia para El Shaarawy que marcó en fuera de juego.’La Joya’ tomó protagonismo durante la primera parte, cargando a la Roma a hombros, actuando por derecha, pero con buenas dosis de libertad.

Amplió muchas veces el juego encontrando a Angeliño en el carril contrario, de forma prácticamente sistemática. Luchó, nunca se escondió, incluso lo golpearon porque a veces la única forma de detenerlo era tirarlo al suelo. En definitiva, Dybala rima con clase y en consecuencia eleva el índice de incisividad en ataque. Incluso en una versión a tiempo parcial.

Por la mañana, cuando la formación anti-Tottenham aún era un misterio, Ranieri y Paulo hablaron abiertamente para tomar una decisión. El argentino no quería perderse la cita después de haber disputado apenas un puñado de minutos ante el Napoli, demostrando apego a la camiseta y ganas de no izar la bandera blanca pese a no encontrarse en una forma física óptima cuenta Corriere dello Sport.

El cara a cara sirvió para entender que Dybala estaba preparado para salir al campo como titular. Al final de la primera parte cayó el telón del partido: entra Soulé y sale el campeón de la Roma. Desde la grada nadie esperaba tal cambio porque el número 21 hasta ese momento estaba entre los mejores sobre el terreno de juego. Pero Dybala está bien, sabe gestionarse. Y tras el partido el míster explico el porque del cambio:»¿Cómo está Dybala? No tiene ningún problema. Fue una elección técnica porque no quería arriesgarlo después de algunas semanas de problemas físicos. Había dado todo lo que tenía por mí».

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