«Si no tengo peso en las decisiones, me voy». Ranieri nunca tuvo dudas, pero se apresuró a dejar claro la importancia de su papel central en la Roma. Y en poco menos de dos meses, las palabras se convirtieron en hechos. Como escribe Lorenzo Pes en Il Tempo, ni siquiera hubo tiempo para soñar con la Champions League, ya que Sir Claudio es decisivo para el futuro de la Roma.
Desde la elección del nuevo entrenador, pasando por el papel crucial en las negociaciones para la renovación de Svilar, hasta su propio rol, reiterado con claridad en el comunicado de Friedkins. Un papel central que ya no es hoy en «su» Roma. Desde aquella reunión en Londres a mediados de noviembre, Ranieri se convirtió en la figura de referencia para los Friedkins, quienes por primera vez se dejaron guiar en la elección del entrenador. La idea estaba clara desde el principio, incluso más allá de las negaciones del caso. Garante del nuevo entrenador y también de Svilar.
Las negociaciones para la renovación del portero giallorossi son complicadas, pero el asesor del club ha dado su palabra para intervenir en las negociaciones e involucrar a la directiva. Ha entregado un grupo sano a su sucesor, y ahora, con Ghisolfi, desarrollará el mercado de fichajes. Gasperini ha establecido prioridades para empezar a trabajar: desde la defensa hasta el ataque y la banda derecha, donde se necesita un titular tras el regreso de Saelemaekers al Milán.