Ranieri prepara la revolución, escribe Lorenzo Pes en Il Tempo. El caso Hummels y la necesidad de encontrar una cura para el equipo han convencido al entrenador a acelerar los cambios: en Nápoles vamos hacia una defensa de cuatro hombres. En las primeras pruebas tácticas de la semana, a la espera de que todos estuvieran disponibles a partir de hoy, Sir Claudio puso en juego ese 4-4-2 que tantas alegrías le ha dado en su carrera.
La defensa a utilizar es prácticamente obligada con la ausencia de Hermoso (volverá para el partido Londres con el Tottenham) y un Hummels que como mucho podrá estar en el banquillo, le tocará a Celik, Mancini, N’Dicka y Angeliño. Pero la verdadera sorpresa del estratega de Testaccino es el uso de Pellegrini en la banda izquierda. Un rol que el capitán ya había desempeñado en la selección y con De Rossi en algunas ocasiones, y que ahora Ranieri quiere intentar volver a poner en pie.
Hay muchas opciones, sin embargo, en el centro del campo, donde el técnico tendrá que encontrar la pareja ideal. Koné empieza por delante, Cristante garantiza fiabilidad y experiencia al igual que Paredes, pero Pisilli y Le Fée calienta. Espacio por delante para el tándem Dybala-Dovbyk. Siempre y cuando el argentino pueda estar disponible para el partido del Maradona.
Más allá de la confianza que mostró en la rueda de prensa del día de la presentación, Don Claudio tiene más de una duda ligada al once cuenta Stefano Carina en Il Messaggero. De hecho, deberá evaluar las condiciones de algunos jugadores, de las que dependerá el sistema de juego a adoptar. Hasta la fecha, salvo que haya recuperaciones repentinas, el estado tardío de Hummels (que recién regresó ayer pero aún con fiebre), Hermoso todavía a mitad de servicio y la promesa de no alinear a Angeliño más como defensa central, abren la puerta a un regreso a un defensa de cuatro.
Siempre, en caso de emergencia, Ranieri suele preferir refugiarse en su estrella del norte, la línea defensiva de cuatro, que luego en el centro del campo, según los intérpretes, puede transformarse en un diamante o en el 4-2-3-1. . Sucedió con el Chelsea en 2000 (3-3 ante el United, alineando 4-2-3-1), con el Inter en 2011-12 (3-1 en Bologna), en su primera experiencia con la Roma. Sin embargo, las posiciones en el medio campo aún está por decidir para el Napoli, que tendrá la tarea de blindar y proteger la defensa tanto como sea posible. Porque si es cierto que Paredes ha pospuesto su salida en enero y el argentino es un jugador que gusta a Ranieri, es poco probable que sea utilizado el domingo. Koné, Cristante y Pellegrini parecen confiados en hacerse con un puesto de titular. El último corresponde a Le Fée, Pisilli (entre los 100 candidatos al Golden Boy 2024) y El Shaarawy.
Por supuesto, dependiendo de la elección se oscila entre una formación de diamante con Pellegrini como centrocampista ofensivo y un 4-1-4-1 con el Capitán en la fase defensiva ocupando un puesto por la izquierda y Elsha por la derecha. Otra cosa es si Dybala no se recupera o Ranieri quiere preservarlo de cara al tríptico que le espera. En ese caso optaríamos por el más clásico del 4-4-2 (0 4-4-1-1): El Sha y Zalewski en las bandas, Cristante y Koné en el centro con Pellegrini apoyando a Dovbyk. Tantas ideas que hoy Ranieri, con el equipo casi completo, empezará a probar en Trigoria.