Ahora es la Roma como equipo quien debe ayudar a Dovbyk, escribe Matteo Cirulli este lunes en el diario Il Tempo. El delantero centro ucraniano, contratación estrella del mercado de fichajes de verano de los Giallorossi, atraviesa un periodo de ayuno que se prolonga durante cuatro partidos consecutivos con la camiseta de la Roma, seis si tenemos en cuenta también los dos disputados contra Ucrania.
El ex jugador del Girona estuvo cerca de anotar ante Tottenham con una excelente anticipación sobre Forster, pero su gol fue anulado por fuera de juego. La ausencia de un sustituto real, sumada a problemas de rodilla, afectó las actuaciones del ucraniano, que ocupa el quinto lugar entre los jugadores de campo en cuanto a minutos jugados.
Pero para volver a marcar también será necesaria la aportación de los compañeros, como subrayó Ranieri en la rueda de prensa. También porque, para pensar que puede ascender en la clasificación, la Roma necesariamente tendrá que aprovechar los destellos de Dovbyk. «Sabemos cómo hay que servir a este chico y no lo ayudamos. Hablé con el equipo y mostré algunos videos para entender cómo debemos ayudarle. Él es nuestro delantero, tenemos que darle los balones que necesita, de lo contrario es inútil» dijo Sir Claudio el sábado en mesa de prensa.
Mirando la clasificación de la Roma, mirando hacia atrás no hay nada de qué bromear. Algunos fanáticos en las redes sociales hablaron de miedo. Precisamente el que la Roma debe ahuyentar esta tarde para evitar el riesgo de «ser devorado por el Atalanta» y deslizarse cada vez más hacia abajo escribe Stefano Carina en Il Messaggero.
La Atalanta es un equipo que marca tres goles por partido con Retegui como máximo goleador imperturbable, capaz de hacer olvidar la terrible lesión de Scamacca en apenas tres meses. Lo que hoy no tuvo éxito en Dovbyk. El Roma-Atalanta es, de hecho, el desafío eterno entre Ranieri, de 73 años, y Gasperini, de 66, pero también la comparación a larga distancia entre los dos delanteros centrales. Lo que hoy parece tan impensable como lo fue en verano pero con los papeles invertidos. Artem inevitablemente paga por el terrible comienzo de los Giallorossi, el cambio de torneo y de país, algunos problemas relacionados con su rodilla, no poder recuperar el aliento y probablemente también un malentendido al inicio.
Dovbyk es un jugador al que se le debe asistir en el espacio o con un balón alto, especialmente con centros al segundo palo. El técnico romano se siente tentado a volver a presentar al equipo que jugó en Londres contra el Tottenham. Esta tarde el equipo contará con el apoyo de 60.000 personas en el Olímpico. Una tregua está a la vista. Sólo gracias a Ranieri. El nuevo pararrayos Giallorossi.
