Sin duda, Tommaso Milanese será de los que recordará con gusto el 2020 o, al menos, el último mes. En orden: el 5 de noviembre debutó en el primer equipo ante el Cluj dando una asistencia a Pedro, el 20 de noviembre renovó su contrato hasta 2024, esta noche jugará en Sofía ante el CSKA por primera vez como titular, asi escribe Chiara Zucchelli en La Gazzetta dello Sport.
A la espera de debutar también en la Serie A, algo que parece cuestión de tiempo, pues ha estado en el banquillo con Parma y Sassuolo y sin olvidar la Primavera de De Rossi (7 partidos y 3 goles esta temporada), Milanese disfruta de su momento dorado: a los 18 años jugará su tercer partido en la Europa League y, sobre todo, seguirá creciendo gracias al trabajo con Fonseca y con los jugadores más experimentados, sobre todo ese Pedro que lo ha tomado bajo su ala.
¿Quién es Milanese?
Un chico muy creyente (después del segundo encuentro con Cluj escribió: «Dios es genial»), muy reservado en las redes sociales, en las que comparte lo mínimo, muy educado, nunca tiene actitudes exageradas y (además) esto le gusta mucho a Fonseca. En los entrenamientos siempre empuja, nunca dice una palabra fuera de lugar y sabe que, a pesar de ser muy dotado técnicamente, todavía tiene que mejorar y estructurarse físicamente. Mediocampista ofensivo, mezzala, mediocampista (esta noche debería jugar detrás del delantero o, alternativamente, en mediocampo), pie derecho, un metro y 73 de altura, nacido en Galatina, creció en la Academia de Fabrizio Miccoli y llegó a Trigoria en 2016 gracias a Bruno Conti que, después de verlo un par de veces, inmediatamente lo quiso en Roma.
Parece que antes de mudarse a Roma, no durmió por la emoción, ciertamente, como él mismo dijo, no durmió la noche de su debut. Ahora parece un poco más acostumbrado a estar entre los grandes jugadores que le llenan de consejos, como hizo la plantilla de Primavera de De Rossi en los últimos meses cuando alternaba entrenamientos con ellos y los del primer equipo. Según algunos especialista se parece a Calhanoglu, según otros más de «número 10» fácilmente podría convertirse en un «número 8», según Fonseca es simplemente un chico en el que concentrarse para hacer crecer con calma y sin comparaciones ilustres.
Según cuenta Zucchelli en La Gazzetta dello Sport desde hace algunos años se está hablando de él en el fútbol juvenil (desde que marcó con una pinchada de penalti al Napoli jugando para el San Donato), pero ahora viene lo difícil para Milanese: el chaval que fue recogepelotas en Roma – Barcelona se está poniendo grande, algunos clubes de A y B está recibiendo información, la Roma lo mima porque Fonseca quiere seguir su crecimiento paso a paso. Y esta noche, en un partido que poco importa (la Roma ya ganó el grupo), tendrá la oportunidad de poner una nueva pieza positiva en su 2020.
