Puntos fijos, renovaciones y salida escribe este martes Lorenzo Pes en el diario Il Tempo. Apenas estamos en febrero, pero la Roma del futuro ya está tomando forma en las mentes y en las decisiones ya tomadas por el club y los jugadores. Ghisolfi y Ranieri trabajan para llegar a un acuerdo con el sucesor de Sir Claudio en el banquillo y sentar las bases del «esqueleto» del equipo. Muchas contradicciones en los últimos días sobre el mercado de fichajes, las ambiciones y el Fair Play Financiero y un Ranieri menos «cómodo» en cuestiones que no pertenecen al ámbito deportivo.
El mercado de enero vino avalado por el técnico que ya tiene claro algunos nombres sobre los cuales partir para construir la Roma del futuro. En primer lugar están Paredes y Dybala, campeones del mundo que junto a Hummels son imprescindibles para el técnico. Luego están los más jóvenes y atractivos del mercado: Svilar, N’Dicka, Koné. Hasta que llegamos a Mancini, el único del trío de veteranos que pudiera permanecer en Trigoria. El camino para Cristante y Pellegrini, sin embargo, parece claro y conduce lejos de Trigoria.
Dybala ya renovó su contrato por un año más con la cláusula, y al final de temporada evaluarán cómo y si continuar aún más. El siguiente podría ser su compatriota Paredes. También es muy probable una prórroga para El Shaarawy. A la espera, sin embargo, están Svilar y Pisilli, dos de los perfiles que llevan meses en la agenda pero que aún no han llegado a estrecharse la mano. También hay presión para comprar a Saelemaekers, quien a pesar de los rumores está interesado en quedarse en Giallorossi.
Se abren negociaciones con Abraham, que gusta al Milan, quizás a un coste reducido. Mucho trabajo por hacer, en definitiva, en los escritorios y sobre todo en el campo, ya que hoy empieza la preparación para el partido de ida del playoff de la Europa League contra el Porto: no se permiten errores.
