José Mourinho quiere un centrocampista y Denis Zakaria podría llegar procedente del Borussia Moenchengladbach en enero. Él cree que la experiencia con el club alemán a llegado a su final, sus compatriotas suizos lo han empujado a la Roma -con fuerza- ya el verano pasado, escribe Alfredo Pedullà en La Gazzetta dello Sport. Pero su fichaje se pospuso por dos razones: la resistencia alemana que, un clásico en estas pantallas, y la necesidad por parte de Tiago Pinto de deshacerse de los jugadores al margen del proyecto. Ahora el camino está despejado, la Roma está trabajando simultáneamente en dos carriles. Añadiendo un centrocampista de esas características, Mourinho estaría encantado, para luego dedicarse a prórrogas de contrato.
Zakaria se siente preparado para una experiencia diferente y, según las últimas informaciones, ya se abrió a la posibilidad de irse a la Roma el verano pasado. Sus cualidades son ideales para maximizar el concepto de equipo: fisicalidad desde la altura de sus 190 centímetros, recuperador, sentido táctico envidiable y capacidad de carrera innegable. Los alemanes son un hueso duro de roer y el Eintracht lo demostró en el asunto Kostic-Lazio. Pero en este caso hay un detalle que marca la diferencia: contrariamente al serbio (contrato hasta 2023), el grandullón suizo tiene un contrato a punto de expirar y sus amigos del Borussia Monchengladbach no tienen salida, venderlo en enero para que no arriesgarse mucho a perderlo a cero. Y sobre este concepto l Roma – desde agosto pasado – ha estado tejiendo el lienzo con fundadas esperanzas de llegar a una definición.
