Álvaro Morata saldrá pronto de los radares del mercado de los equipos italianos. El delantero español lleva un tiempo dando vueltas entre varios destinos italianos, en concreto el que lleva a Roma donde José Mourinho tiene el proyecto de reconstruir la dupla blanquinegra con Dybala.
En las últimas semanas, el Atlético de Madrid nunca se ha movido de la petición de 20 millones prevista en la cláusula de rescisión. Igual que Diego Simeone nunca ha «descartado» su delantero. El Atlético de Madrid -se lee en ‘Tuttosport‘- está dispuesto a renovar el contrato de Morata hasta 2027, contrato que ya ha sido prorrogado recientemente, con el consiguiente ajuste económico. Opción cerrada, la Roma busca una alternativa que puedan gustar Mourinho.
Tiago Pinto entonces habría llamado a la Juventus para pedir información sobre Arkadiusz Milik, el delantero polaco que los bianconeri ficharon en junio procedente del Olympique de Marsella con un pago a plazos: 6,3 millones de euros a pagar en tres ejercicios a partir de julio de 2023, más 1,1 de bonificación. Desde Turín respondieron que incluso se podría discutir, pero por nada menos que 15 millones: una cifra que ha frenado de raíz cualquier ambición de los giallorossi para ahora volcarse en Zapata.
