El ex director deportivo de Roma, Gianluca Petrachi, habló con los micrófonos de Radio Radio. El ex ejecutivo habló, explicando desde su punto de vista también las razones que llevaron a su separación de Roma. Sus declaraciones son las siguientes:
¿Qué extrañas de Roma? Esta historia con Roma fue particular, también afectó tu fuerza. ¿Estás mortificado?
Me mortificó porque vine con mucha ilusión, se veía. Creí en el proyecto, en las cosas que me decían y me contaban. Para venir, tuve una disputa con mi ex presidente, quien hizo todo lo posible para no dejarme ir. No ha sido fácil y todavía no lo es. Es una persona de poder y maneja muchas cosas. Me importaba venir a Roma y creer que podía cambiar. Todo el mundo dice que en Roma es difícil. Si no ha ganado en veinte años, no es solo culpa de los jugadores, entrenadores o directores. Hay grandes problemas. En mi terquedad, lo dije tarde o temprano, ya que cambiaba de El Cairo en nueve años. Fue disputado y lo ayudé a crecer. Me ayudó y me hizo crecer en muchos puntos de vista. Traté de robarle todo lo que pude, pero de enseñarle a jugar al fútbol. Los resultados fueron importantes, obtuvimos 200 millones en plusvalías y alcanzamos nuevas metas. Seguramente mi idea de Roma era tener gente alrededor para cambiar algo.
¿Eres tú quien no se hizo entender o los demás no entendieron?
Me entendieron bien y me apoyaron durante seis meses. Se han hecho cosas, hasta diciembre y enero hice muchas cosas con la ayuda de la empresa. Alguien puede preguntar por la disciplina en Trigoria, quién ya no entró, a quién más saqué del primer equipo para mantener más hermético el grupo, cuántas multas hice y pagaron la normativa interna. Estaba bien, si no mejor. Cuando traté de poner fin a tantas situaciones que sucedieron, entre las noticias que les salieron a los que estaban allí sin hacer nada. Busqué la mentalidad ganadora, se necesita una familia para hacer la guerra. Si juega un juego y no tiene a su lado al trabajador del almacén, al fisioterapeuta, etc. De hecho, muchos rezan para que el director se vaya porque pide demasiado profesionalismo, ya lo has perdido. No siempre sale bien. Entonces, cuando esas personas forman un grupo, estás listo para ganar algo, las personas se exaltan en las dificultades. Es cuando las cosas van mal se necesitan atributos para estar unidos y compactos. Nunca ha habido unidad con Roma, hablaban mal el uno del otro, se abrazaban y luego hablaban mal, diciendo que era un gilipollas o un idiota. Traté de integrarlos, no me importan los vestidores extra, pero si está dentro de nosotros y no es positivo, en ese momento tengo que alejarme. Si no tengo fuerzas para hacerlo, pierdo lo mismo, me hacen morir. En el fútbol funciona así, hay reglas no escritas que se aplican.
¿Cuándo empezaste a sentirte más solo?
Soy honesto, les estoy diciendo algo que nadie sabe. Le pregunté a mi persona de contacto si el presidente estaba contento con el trabajo, con lo que se ha hecho o si hay algún problema. Es cierto que no hablo bien inglés y nunca he tenido un contacto directo, me dijeron. No sé qué le dijeron al presidente, le envié un mensaje muy lindo a Pallotta en Navidad para desearle buenos deseos, cuando estábamos en plena pelea de Champions, y él nunca respondió a ese mensaje. Estaba molesto y me preguntaba si había sucedido algo. Estaban cavando mi tumba y querían destruirme de una manera muy sutil. Esperaba que las cosas cambiaran y que apareciera, pero nunca lo hizo. Seguí adelante e intenté hacer los cambios, pero tomaron tiempo. No me obligaron a hacer ciertas cosas, tenía que esperar que terminara el campeonato, sentarme y ver a la gente en la cara y decir lo que pensaba.
¿Califica a Petrachi, Roma y sus operaciones?
Creo que he hecho las cosas en línea con lo que la sociedad me ha pedido. Soy consultor corporativo, me pidieron que vender a algunos y que me fichara a los jóvenes, porque es algo que sé hacer y lo he hecho, y para fortalecer el equipo. Había que prestar atención al equilibrio haciendo las cosas con inteligencia para hacer a la Roma más fuerte y sólida. Se han hecho buenas operaciones, en muchas te has vez obligado, porque el mercado no es el fútbol de fantasía, hay plusvalías, se necesitan operaciones inteligentes y astutas. La estructura había crecido bien, había buenos jóvenes, los buenos se habían confirmado. Mi equipo y yo hemos acomodado a 15 jugadores, que no tenían mercado. Es difícil para el director mover jugadores y sacar dinero después de malas temporadas. Se han sentado las bases, también porque muchos se niegan a la venta, tres en particular de Roma. Es parte del juego y todavía están en la Roma.
Kalinic es una dona sin agujero …
Lo pedí prestado gratis y pagué poco más de la mitad del salario. No rindió al principio, pero al final de la temporada pudo jugar más y hacerlo mejor. No se puede decir que lo compré y no podemos deshacernos de él. Este es el problema del director deportivo, que deja a jugadores pagados 30 millones con sueldos altos y no sabes qué hacer con ellos.
¿No crees que tienes un impacto comunicativo demasiado fuerte?
Esto deja el tiempo que encuentra. Mi personaje siempre ha sido así, fui elegido y sabían que era así. En un sistema enfermo, como el de Roma, porque todos piensan que pueden recibir noticias llamándome pensando que pueden. Si hablo con uno tengo que hacerlo con todos. Me comuniqué con sencillez: nunca he tenido relaciones confidenciales con un periodista. Mi comunicación, si escuchamos las conferencias, fue tranquila. Ni siquiera sé si me he equivocado con algún verbo o alguna mala palabra, mañana no lo volveré a decir. Me dejaron pasar así, porque era fácil llevar a Petrachi a buscar más noticias. Desde el momento en que hubo dificultades en las que la empresa tuvo que defenderme, todos los periodistas disfrutaron porque me lo juraron. No estoy aquí para decir quién me dijo «te destruyo». Seguí mi camino pensando en tener una empresa que me protegiera.
¿Le enviarías a Pallotta ese mensaje que conducía a tú salida?
No fue desagradable, sino bien se frente, que en realidad nunca sucedió. No he ofendido, tengo respeto, quería pedir ayuda. Ven, protégeme, dame fuerzas porque trabajo para ti. Me gustaría cambiar una tendencia, que no dice Petrachi, sino el mundo del fútbol, que no funciona en Roma. Habría sido una muerte lenta, como la de todos los demás que pasaron por Roma. No es la presión de la afición, es lo mejor que hay en Roma. Se le da poca importancia a la carnalidad, Roma es una fe. Sin embargo, no se dicen cosas a la cara y molestaba si lo hacía.
¿Cuál es la pirámide de decisiones de Trigoria en el mercado?
Siempre he sido libre de elegir, no hubo condicionamientos. Ni siquiera Franco Baldini, que nunca se permitió obligarme a contratar a un futbolista. No conozco las conversaciones internas entre él y Pallotta. Desde el punto de vista del fútbol, la Roma me dejó hacerlo. El problema era todo lo demás, que había que apoyar. Tenga éxito creando un grupo, no con gente remando en su contra. Hay un cambio de forma y debe mantenerse en secreto porque de lo contrario no tenemos la ventaja y no envío a Steward, pero él sale de adentro.
Esto siempre ha sucedido en el fútbol. ¿Por qué ha habido todas estas lesiones en la Roma?
Vuelvo a la discusión anterior, porque siempre ha sucedido. No es tan. Hay un deseo de querer buscar noticias, conocer situaciones y entrar en la estructura, pero se intenta sacarlas. Hay mucho silencio, confidencialidad y restricción. No tiene por qué ser así, porque si quitas a la gente que habla, entonces quiero ver quién lo hace. Les doy un ejemplo: si entro en mi vestuario y estoy con mis jugadores, resulta que lo hice y lo que dije. ¿Quién podría echarme del vestuario? Nadie. El partido ni siquiera ha terminado y esta noticia ya había salido, no pienso de los jugadores que estaban en el terreno de juego, sino de alguien que quería sacarlo. ¿Cómo se gana?
¿Sobre las lesiones?
Ves la gente que se quedó o que se fue. Eres tú quien cuenta los hechos.
¿Quién eligió a Pau López?
Creo que es un buen portero. En la primera parte de la temporada lo demostró. Combinaba bien con el credo futbolístico de Fonseca, un valor adjunto. Le gusta empezar desde atrás y respetó las características. Hasta el derbi todos estaban contentos, el propio Zenga nos felicitó. Entonces algo se atascó en su cabeza y hubo inseguridad. La fuerza mental debe estar en un portero, pero solo puede ayudar. Luego me fui y se rompió la muñeca. Seguro que tienes algunos problemas en la cabeza, quien haya jugado lo entiende. Esto no tiene por qué justificar los errores de Pau López, porque jugó partidos, como en la Europa League, no a su nivel. Es muy reactivo, en Bologna estaba el Pau López que conocí. No es cierto que se hayan pagado 30 millones de euros. Se pagaron 18 millones más la mitad de Sanabria. Su precio es de 18 millones de euros. Nadie me lo puede negar, pero si vuelve en sí puede volver a ser el portero que nos pidieron desde la Premier League el año pasado. Ojalá se reencuentre, hoy le falta jugar, pero no me equivoqué con el jugador, ni menos la entrevista de Mirante: dijo que está feliz de ser el titular, pero Pau López es muy fuerte. Es marinero, si así se expresa no lo hace por bromas, sino porque cree en ello.
¿También trataste de traer a Antonio Conte?
Muchos han dicho sobre Conte, muchos han escrito. Él y yo sabemos la verdad y permanece entre nosotros. Antonio sabe la verdad y otra persona, tal vez la verdad absoluta salga a la luz en unos años.
¿Qué opinas de Fonseca? ¿Qué entrenador es él?
Tiene ideas innovadoras. También lo elegí por su actitud proactiva, pelota en el suelo, pensamiento rápido, etc. El campeonato italiano presenta dificultades y las ha convertido en un tesoro. El problema es que cuanto antes los comprenda, mejor. Si te quedas anclado a los mecanismos o no escuchas los consejos de los que están en este contexto, no. Tiene cualidades, puede tener una carrera brillante, pero tiene que perfeccionar algo para sacar lo mejor.
Si la Roma te devuelve a llamar, ¿volverías? Una persona de Trigoria dice que hiciste las cosas bien, pero no estabas tranquilo. Podrías haber ganado …
Sí, tal vez podría jugar al florete y ver cómo van las cosas. Mi instinto, mi deseo de cambiar y traer gente positiva y construir algo ganador, prevaleció. Otra maldad: alguien dijo que los jugadores no me querían. Deben amar a sus esposas, no a mí. Tenían respeto y sabían lo que estábamos construyendo juntos. No estoy aquí para enumerar los mensajes que me han llegado, mensajes verdaderos y sinceros. Traté de proteger al grupo y al proyecto, que era importante. Si hablo con Zaniolo, a quien le sacaba las orejas cuando era necesario, solo lo ayudaba. Palillo y zanahoria. Siempre me respetó, se disculpó en la oficina por algunas cosas, pagó las multas. La claridad es decir cosas a la cara de los jugadores. Alimentaron algunas cosas absurdas, estaba tratando de alejar a ciertas personas que decían mentiras para deprimirme y tal vez aceleré el proceso. Fue un error hacer las cosas apresuradamente y eliminar los parásitos que están ahí. No niego la idea, tal vez si hubiera esperado, quién sabe, tal vez algo hubiera cambiado. Había demasiada dispersión, no había nadie en ninguno de los lados, estaba abandonado. Busqué un enfrentamiento con Pallotta para explicar lo que estaba pasando. ¿Regresar a Roma? Siempre hay que volver. Cuando hablamos de Roma, Sabatini me dijo: “Gianluca, te deseo sinceramente. La Roma es mucho, se queda dentro ”. Respeto a Sabatini y aprovecho todo lo bueno que me dijo. Roma permanece contigo, incluso si estuve allí durante un año. Volviendo a Roma, y algún día lo haré, hay que ir con fuerzas para cambiar las cosas. También seguí lo que dijeron en ese momento con Capello. Lo ganó todo y más, pero en Roma tuvo a Franco Sensi, la fuerza. Si no lo hubiera tenido, Capello también habría fallado. Sin sociedad no puedes ganar.
¿Ha hablado alguna vez con el nuevo propietario?
Los conocí en un almuerzo en Trigoria en enero. Fue un almuerzo tranquilo, en mi forma de trabajar, en cómo elegí a los jugadores. Fueron muy amables. El segundo fue en la sede a un paso de la venta para los futuros programas de Roma. Yo fui el que preguntó: ¿qué quieres hacer? No había padre ni hijo, sino sus hombres de confianza. Aprendí cosas, pero luego nunca las escuché ni me acercaron. No conozco sus intenciones. Estoy involucrado con la Roma, para ellos es una causa justa y me defenderé para hacerles entender que la causa justa no existe.
¿Te gustaría volver a verlos?
No estoy enfermo no estoy buscando un médico, son ellos los que necesitan un director deportivo. Petrachi o quien sea. Luego hay muchas otras figuras que podrían hacerlo, pero decide el presidente. Si buscas un director deportivo tienes que contratarlo. Si hubiera tenido la oportunidad hasta el final, podrías rastrear la factura. Siempre he asumido mis responsabilidades, siempre he hecho lo que tenía que hacer. No soy yo quien intenta hablar con los Friedkins. Si quieren más información, tal vez lo haga o tal vez no. Posiblemente no les interese y le contarán los que estuvieron el año pasado y veremos qué les dirán.
¿Alguien te ha llamado? ¿Extrañas?
No he parado de trabajar durante dieciséis años. Hace mucho que no veo a mi hija. Mi familia siempre se ha quedado en el sur y los problemas familiares están en primer lugar. En estos tres meses que me estoy recuperando, han sido dieciséis años completos. Pisa, Turín y luego Roma. Extraño ir a los juegos, sí. Hoy podría hacer una gira por Europa, ir a Brasil, me encantaría pero no puedo con los estadios cerrados. Alguien me llamó, hay un equipo importante, pero tenemos que esperar. Vemos el mercado y algo podría pasar después.
Después de Covid dijiste que los jugadores estaban flojos, luego Roma perdió dos juegos …
Podría haber cuatro sin el fenómeno Dzeko. Salimos después del encierro y todo el mundo estaba muy cargado. Hicimos veinte días en los que cualquiera que pudiéramos conocer ganaría. El jugador siempre debe mantenerse un poco en la cuerda floja, pero debe poder leer ciertas cosas. El equipo se estaba debilitando. Faltaban cosas, antes de que fuéramos cañones. He comenzado a extender el grito de alarma. Fue una forma de atención, entrenaron de manera diferente. Los entrenamientos los veo a todos. Ibáñez pensó que estaba de vacaciones, le pedí con desdén, que no me hiciera arrepentir. En Roma nunca jugaría así: «O cambias de velocidad o me dices que me equivoqué al ficharte». Yo era real, concreto y el chico me escuchó y empezó inmediatamente a dar el punto de inflexión. Fue un poco indolente, el brasileño suele hacer eso. Mucho talento, pero a veces se distrae y se satisface. Estaba sobre él como lo hice individualmente con algunos jugadores. Siempre de forma constructiva y para dar motivos.