«Trabajo en progreso», escribe la esposa de Lorenzo Pellegrini, Veronica, comentando una historia en Instagram que muestra la renovación de su nuevo hogar. Y «work in progress» es el lema que mejor resume el momento que viene por Lorenzo Pellegrini, escribe Francesca Ferrazza en La Repubblica.
Obligado a quedarse fuera de la Eurocopa por una lesión muscular en el muslo, el capitán de la Roma se recupera de la amargura de la despedida forzada del conjunto italiano in extremis, con la intención de recuperarse por completo para el 6 de julio, fecha del encuentro en Trigoria para el inicio de la pretemporada. Luego se ve inmerso en la negociación de la renovación de su contrato, sin aprensiones particulares, pero sin tomarlo a la ligera.
El centrocampista todavía tiene la cláusula de rescisión de treinta millones de euros, lo que lo coloca en una posición fuerte con respecto al club, quizás incluso un poco distraído por varias sirenas del mercado. Sobre todo de Inglaterra, tras el Liverpool y el Tottenham de Fonseca que estarían dispuestos a pagar el importe de la cláusula.
Desde Trigoria los Friedkin han filtrado en repetidas ocasiones que consideran a Pellegrini el futuro del club, con el chico dispuesto a remover la cláusula en el próximo contrato, pero con la intención de conseguir un salario que ronda los 4,5 millones netos por temporada durante cuatro años (actualmente percibe 2.3).