Nadie se había imaginado que tuviera unos cien minutos, ni siquiera José Mourinho, que esperaba superar al Lecce con menos aprensiones. Paulo Dybala, en cambio, se vio obligado a trabajar horas extras este domingo, escribe Alessandro Angeloni en Il Messaggero.
El programa post lesion estaba claro: una hora el domingo y luego lo mejor en el derby. Pero el propio jugador argentino ha cambiado de planes, quiere ir a Praga y jugar, tal vez sólo por un tiempo. Veremos si Mou le satisface, aunque ha dejado claro que estará en el grupo que mañana parte hacia la República Checa, y luego llegará el derby, que Paulo aún no ha ganado en Roma, jugando sólo un partido, durante 45 minutos. Ausente en el primer partido contra la Lazio, presente-ausente en el segundo: la Roma sufrió dos derrotas.
Sin embargo, la historia de Dybala contra la Lazio es diferente: en el pasado había mostrado cierta sensibilidad hacia el equipo biancoceleste, anotando 7 goles en el campeonato (2 con la camiseta del Palermo y 5 con la de la Juve), más 4 en las tres Supercopas. Finales de copa, jugadas con blancos y negros. Once goles en 21 partidos, obteniendo 10 éxitos, 3 empates y 8 derrotas.
Este año Paulo se ha quedado estancado en dos goles marcados contra el Empoli, hay más asistencias, tres: dos en el partido contra el Empoli y una contra el Lecce, dos para su compañero Lukaku (una para Pellegrini), con el que jugó sólo 483 minutos. repartidos en siete partidos, perdiendo sólo en Génova. Una afinidad natural, pero que aún debe perfeccionarse.
