Ni siquiera hubo momento de celebrar la llegada del nuevo año ya que la Roma volvió inmediatamente al campo a primera hora de la tarde de ayer para el primer entrenamiento de cara a la reanudación de la Serie A. Sin perder demasiado tiempo ya que el miércoles tomarán el campo contra el Bolonia (16.30 horas). Una cita que Paulo Dybala ya tiene marcada en el calendario desde hace varios días. Una seriedad demostrada con hechos, regresando a la capital tan pronto como el 29 de diciembre y saltando al campo para entrenar a las pocas horas de su regreso a la capital italiana.
Dybala tiene ganas de Roma, al igual que la Roma necesita su fuerza motriz. El séptimo puesto en la liga no da pie a más percances si se quiere estar entre los cuatro primeros, para volver a la Champions tras cuatro años de purgatorio europeo. Para ello Mourinho necesita al mejor Dybala para recuperar el terreno perdido en la tabla y devolver la sensatez y el equilibrio a un equipo que, a finales de noviembre, parecía demasiado malo para ser verdad.
Los últimos 20′ disputados por el argentino ante el Torino, tras su regreso de una lesión en el recto femoral, habían reavivado la luz de toda la Roma. Emprendedora, concerta, pero sobre todo viva. Antes de marcharse al Mundial, Dybala había vuelto a demostrar cómo era la estrella polar del plantel.
Con 2023 llegan las primeras buenas noticias de Trigoria. Dybala volvió a los entrenamientos con el grupo tras los dos primeros días de entrenamiento individuales de finales de diciembre y post festejos mundialistas. Su presencia ante el Bologna es evidente, al igual que su camiseta de titular, tres meses después de la última vez cuenta Il Tempo.