La Roma tiene cuatro porteros en la plantilla y ninguno de ellos da garantías. Pau López, en particular, experimentó un descenso en la segunda vuelta. El punto de inflexión negativo fue el error en el derbi que dio pie a el empate de Acerbi. Los valores agregados al trabajar con Savorani han desaparecido. A partir de ese día, Pau ya no es el mismo y también se ha oscurecido en su actitud. La molesta parada por el problema de la muñeca también afectó, pero ya se habían vislumbrado antes algunos problemas técnicos y de carácter.
El conjunto giallorosso está reflexionando sobre su venta después de 12 meses, pero no será fácil encontrar un comprador dispuesto a gastar al menos 22 millones, según los reportes de Corriere dello Sport. De momento no han llegado ofertas, pero otro camino viable es el del préstamo que permitiría ahorrar sobre el salario neto de 3 millones. En las últimas horas se ha contactado con el Torino para un posible cambio de préstamos con Sirigu. De esta forma Fonseca tendría un portero fiable, experimentado y motivado. En Trigoria también le gusta Gollini, pero se necesitarían 20-23 millones para sacarlo de Bérgamo.