Todavía falta un tiempo para ver a Javier Pastore con la camiseta de la Roma. La luz al final del túnel está cerca, pero el camino de regreso sigue cuesta arriba. El Flaco regresó a trabar con el grupo el pasado 30 de diciembre, luciendo una gran sonrisa en los entrenamientos la que no pasó desapercibida. Trabajó con sus compañeros durante unos días y luego, según lo informado por Forzaroma.info, tuvo que volver a detenerse.
Después de la operación de cadera y un largo período de rehabilitación, necesitaba más tiempo. Demasiadas molestias físicas y comprensible miedo a una recaída convencieron al argentino de ser paciente un poco más de lo que esperaba. Y de ahí también nació la firme convicción de Fonseca y Tiago Pinto de fichar otro potencial centrocampista ofensivo como El Shaarawy, que será el primer fichaje del mercado en enero.
Pastore estos días está haciendo un trabajo personalizado para encontrar la mejor forma y la semana que viene podría volver a trabajar con sus compañeros si el cuerpo le da las respuestas correctas. Mientras tanto, ayer estuvo en la grada y, a pesar de no jugar un partido desde el pasado 28 de junio (los últimos minutos en San Siro ante el Milan), está muy enfocado en la Roma. Para confirmar, basta con mirar las fotos de ayer que mostraban la tribuna luego del gol Pellegrini. Junto con Calafiori, Santon y Mkhitaryan, fue uno de los más emocionados. Dos puños cerrados y brazos en el aire que también atestiguan el gran deseo de volver a echar una mano a ese equipo.
Javier Pastore: lesión cuando vuelve al campo y contrata
Luego, el argentino necesitara al menos dos semanas de trabajo con el equipo antes de una convocatoria, que podría llegar a fines de febrero. Pastor calienta, extraña volver a su trabajo sin tener que pensar en hospitales y médicos. El 23 de diciembre, la Roma se enfrentó al Cagliari. Javier se sintió bien y pidió volver a la plantilla, aunque sólo fuera para respirar el ambiente del vestuario y del campo.
Sin embargo, el personal médico le pidió que esperara. Mientras tanto, realizó más controles en Villa Stuart que no revelaron ninguna nueva complicación médica. Aún le quedan dos años y medio de contrato con la Roma. Si fuera por él se quedaría hasta el final, pero deberá dar respuestas sobre el terreno de juego que hasta ahora han faltado. Seguro que antes de junio no se moverá. Ha estado parado demasiado tiempo y necesita demostrarse a sí mismo y a los demás que todavía puede ser importante antes de pensar (posiblemente) en nuevas oportunidades. Seguramente Fonseca le daría una oportunidad, que siempre ha tenido debilidad por él. Y con el nuevo esquema de Fonseca podría ser decisivo especialmente en el ataque. La temporada aún tiene tela y en un mercado de ideas más que de disponibilidad, Fonseca espera que la compra venga de casa.
