Hace exactamente hace seis meses, el 28 de junio, Javier Pastore jugaba su último partido con la Roma. En agosto se sometió a una operación de cadera en España y ahora, al menos desde el punto de vista médico, está listo para volver de inmediato al grupo, según escribe Chiara Zucchelli en La Gazzetta dello Sport. Incluso este lunes el ex de Palermo se entreno en el Fulvio Bernardini con el resto de jugadores lesionados del plantel y ya desde este martes podrá estar a las ordenes de Fonseca.
Dicho esto, la rescisión de su contrato (Pastore tiene un contrato por valor de más de cuatro millones hasta 2023) hoy deja de ser un argumento, una despedida en junio tal vez sí. Pero primero el argentino tiene que jugar y en Trigoria comparten la misma opinión, aunque sea para no devaluar, aun más, si que eso es posible. Pastore en Roma se siente bien, recientemente ha salido de su casa en el centro para trasladarse a una cercana al colegio internacional de sus hijos, con sus compañeros tiene una relación de oro, sobre todo con los españoles que suelen ser invitados de él, y también su esposa (incluida la caridad) está completamente adaptada a la capital.