No será la victoria de la Conference League lo que trastorne la planificación de la Roma. No habrá lugar para fichajes de ensueño o contrataciones en pleno estilo “Mourinho” (nunca digas nunca en el mercado) sino sólo la intención concreta de llevar fichajes bien mirados a los giallorossi, capaces de hacer que el equipo dé el salto de calidad anhelado por José Mourinho.
En Trigoria ya empezó el futuro, con la ambición de querer dar seguimiento a lo que empezó en Tirana: ya empezó el plan de fichajes, la discusión de renovaciones está lista para retomar. El de Mancini pronto se formalizará hasta 2027, mientras que no hará falta un nuevo acuerdo con Smalling: tiene una cláusula en el actual contrato que le permitirá al inglés desencadenar una renovación automática por otra temporada si juega más del 50% de los partidos.
Según el diario La Reppublica trabajará con cuidado, pero sin prisas, en los contratos que vencen en 2024: Mourinho considera a Bryan Cristante un pilar presente y futuro de su Roma (como Abraham), mientras que por Zaniolo no se escucharán ofertas por debajo de los 60 millones de euros: la voluntad es para llegar al humo blanco en la extensión, las sirenas están ahí y el tiempo es ajustado.