Para la Roma, el próximo mes podría ser muy importante de cara al proyecto del nuevo estadio. Esto porque la familia Friedkin, en conjunto con el Ayuntamiento de Roma Capital, quiere acelerar el proceso.
Una vez terminado el interés del club en el área de Tor di Valle, la administración de la Loba inició el procedimiento de revocación de la idea estadio, dado que ni la empresa ni el proponente (Eurnova) tienen la intención de presentar los documentos requeridos dentro de 30 días.
El 4 de abril es la fecha límite fijada por la Municipalidad, lo que llevará al ayuntamiento a votar en la segunda mitad del mes. «Empiezan a ponerse serios», escribe Massimo Cecchini en «La Gazzetta dello Sport«. Desde Roma hablan de una mesa «interactiva» con la administración, para superar el papel del proponente y hacerlo lo más rápido posible.
El nuevo mantra es uno: nuevo estadio no en terrenos privados, sino en áreas del Municipio o de subsidiarias, o de propiedad pública. Los criterios que preocupan a la Roma son claros: zonas con infraestructuras en funcionamiento, aunque sea necesario reforzarlas.
En este momento hay dos áreas para trabajar y una para investigar: Pietralata, Eur (antiguo Velódromo) y entre Togliatti y Collatina. La primera requiere una variante del plan maestro, está cerca del anillo ferroviario y es de gran interés, tanto que sería la primera opción.
La segunda es popular como área, aunque parezca un poco pequeña. La tercera aún está por investigar, pero los 230 mil metros cuadrados han sido tentadores incluso para le multinacional estadounidense Amazon. Si se llega a un buen acuerdo, sea cual sea la próxima administración de la ciudad, la Roma podrá avanzar rápidamente, con el objetivo de tener un nuevo estadio listo para 2026.
.RPR.
