El futuro de José Mourinho comienza hoy. Se quedó en Portugal para celebrar la Navidad con su familia, pero todos nos preguntamos si en estos días José también hablará de sus planes, de sus ambiciones. Quién sabe si les entregará sus propósitos para 2023.
De hecho y según el diario La Reppublica intermediario partirá en estas horas desde São Paulo. En su agenda, un solo nombre: el del Special One. Brasil, la selección cinco veces mundialista, quiere regalarse un entrenador digno de su fama de sus estrellas. Ednaldo Rodrigues, el presidente de la CBF, la federación brasileña de fútbol, ha decidido hacerse cargo personalmente del dossier: ha dado un mandato a un poderoso agente internacional para que comience a construir relaciones y probar la disponibilidad de los mejores entrenadores del mundo.
Guardiola rechazó de raíz las insinuaciones, Ancelotti parece decidido a quedarse en el Real -así lo garantizó públicamente-, por lo que el nombre al tope de las preferencias ha pasado a ser el de José Mourinho. Una tentación a ceder en secreto, sin exponerse, por eso la misión se encomienda a un intermediario: uno en excelentes términos con su agente, Jorge Mendes, y que puede sondear la disponibilidad e intereses del entrenador de la Roma. Para finales de enero, en Río quieren una respuesta: la idea sería darle a la Seleçao el primer técnico extranjero de su historia, para poder ofrecerles lo mejor de siempre.
Es más, Portugal también se ha movido. Desde hace días se sabe con absoluta certeza que el primer -pero se podría decir único- nombre que piensa la federación como sustituto es el de Mourinho. Quien siempre ha dicho que aspira a dirigir a su selección, tarde o temprano.
En efecto, A Bola escribe que para el Boxing Day está prevista una cita entre el presidente federal Fernando Gomes y José. En realidad, la Roma vuelve a los entrenamientos el día 26, por lo que si hay reunión, será antes: quizá mañana mismo. ¿La oportunidad de una oferta real? Eso sí, en Lisboa estarían dispuestos a aceptar compartir los servicios del Special One con los romanistas en un doble papel. Hasta julio o incluso más allá.
Pero aquí, otra pregunta es inevitable: ¿Mourinho realmente tiene la intención de quedarse en Roma por mucho tiempo? Su contrato expira en 2024, en un año y medio. Pero las últimas semanas han acentuado cierta aspereza entre él y el club. Porque Mourinho no está satisfecho con el crecimiento y las ambiciones del equipo y del club. Desde la actitud de algunos jugadores, incluso dirigentes, hasta las posibilidades económicas y las respuestas del club a las demandas de su mercado.
