Si será una temporada ganadora lo sabremos en los próximos meses, pero ya esta temporada será recordada por Claudio Ranieri como una de las más bellas y emocionantes de su larga, prestigiosa y romántica carrera.
Lo que fue capaz de darle a su Roma en apenas unos meses es casi increíble. Ranieri, que con razón cuenta con un enorme reconocimiento en Roma por el amor que ha demostrado hacia los colores amarillo y rojo y por lo que ha hecho aquí durante su carrera, ha devuelto la serenidad. Lo hizo aprovechando sus conocimientos, su experiencia y su sabiduría, pero también mostrando una segunda juventud, asumiendo riesgos con elecciones valientes. Ranieri ha dado sentido a la temporada, ha recuperado posiciones, ha recreado ilusión, ha relanzado ambiciones cuenta Andrea Di Caro en La Gazzetta dello Sport.
Ranieri ya tiene contrato como dirigente por los próximos dos años. Sólo tenía que sacar a la Roma de aguas turbulentas y luego ayudar a los propietarios a elegir un nuevo entrenador para preparar el futuro. Quizás ésta sea la elección correcta, terminar una carrera fantástica con estilo. Pero no sería sorprendente que Friedkins le pidiera que se quedara al frente de la Roma también el año que viene.