Roberto Mancini, quien estuvo en la grada el sábado para ver el Roma-Atalanta, no necesitó tomar notas: Nicolò Zaniolo para él es un libro abierto, aunque mientras tanto el chico ha escrito capítulos nuevos, diferentes. Lo que le interesaba a Mancini según La Gazzetta dello Sport, era comprobar cómo está y el seleccionador ha visto cosas buenas y acertadas: el atacante giallorossi pueden ser un hombre más para el playoff de finales de marzo.
La condición física está creciendo y de hecho en ciertos momentos Nicolò podría incluso manejar más y mejor sus energías, sin dejarse llevar por el deseo de demostración. Pero el estado anímico también es alentador: Zaniolo va mejorando en la continuidad, que viene de una mayor concentración, y demuestra un compromiso creciente, aunque sea perfectible, en jugar más con el equipo.
El sábado especialmente con Abraham, al que dio su primera asistencia en Liga. Cómo, o en qué capacidad técnica y táctica, Nicolò puede ser útil a la selección es un problema que no atormenta al técnico: en la Roma actúa más que nada como segundo delantero desde hace un tiempo, pero esto no no afectará la posibilidad de que pueda hacerlo igualmente bien en el esquema de referencia de Italia 4-3-3. Para los que consideran natural tener en mente el gol del rival, piedra angular de la filosofía de Mancio, solo se trata de estudiar la mejor manera de «vincular» con los compañeros.