Lo intentó mucho, lo intentó todo, empezar y tal vez continuar el partido. Nunca antes Daniele De Rossi había pedido una Roma capaz de cambiar de rostro y de piel según el momento. Estudiando las características del Brighton, que juega con tres atacantes muy próximos entre sí, pensó en el antiguo 3-5-2 validado por Mourinho que facilitaría el ascenso del inglés Smalling ante los ingleses. Sí, pero hay una pequeña complicación: N’Dicka, uno de los centrales que en teoría estaba seguro de su puesto de titular, regresó de Monza con una microfractura en la nariz que le obligaría a jugar con una máscara, ya utilizada en últimos días de entrenamiento cuenta este jueves Corriere dello Sport.
Así que ojo con las sorpresas, en el sistema de juego y también en cuanto a los elementos: por la izquierda Spinazzola debería jugar mientras que por la derecha Celik debe ser el titular con Angeliño siendo la alternativa. Si el 4-3-3 fuera, El Shaarawy estara en el terreno de juego para ayudar a Dybala, en busca del primer gol europeo de la temporada, y a Lukaku, relevado por el feliz sábado en Monza. En cualquier caso, De Rossi, que ha recuperado Karsdorp y esta mañana decidirá si le lleva al banquillo, ha pedido al equipo atacar al Brighton. No le esperará, intentará intimidarle adelantando las lineas y por tanto la presión.
Independientemente del módulo y de los jugadores, la Roma quiere ser capaz de sacar la posesión del balón a los ingleses, que es un sello distintivo del trabajo de De Zerbi. En el fondo, De Rossi está convencido de que puede pasar, pero conoce la intensidad de un equipo que juega en la Premier League. Y luego advirtió a los jugadores: una vez que gastéis vuestras energías, el partido será largo.