Preciso y puntual, como un reloj suizo. Evan N’Dicka no falta nunca a una cita sobre el terreno de juego, tanto en intervenciones como en minutos disputados esta temporada. En Serie A ha jugado 1.350 minutos, es decir, quince de quince partidos disputados durante noventa minutos: siempre presente, siempre disponible y nunca una lesión. En Europa, sin embargo, se perdió 360, noventa minutos menos, a causa de una gripe que afectó a más o menos a todos por turno dentro de Trigoria. Nada mal, el central es el jugador de campo más utilizado en la plantilla de la Roma junto a otro adicto al trabajo como Angeliño que se lució entre el lateral y el central. Esas horas extras también se las pidieron al marfileño que durante el período de crisis se colocó en el centro de la defensa tanto para ayudar al lateral español como para intentar bloquear las incursiones de los oponentes que tenían una vida bastante fácil en medio de el terreno de juego. En consecuencia, a la larga, N’Dicka también cometió sus errores, aunque justificados por un trabajo extra y poco apoyo.
Ahora la música está cambiando y el centro aumenta las revoluciones y mejora el rendimiento. Efectivamente, no hay duda de que desde el inicio de temporada Evan ha sido uno de los mejores, ahora ciertamente protagonista gracias a la inclusión de Hummels que lo apoya en la fase defensiva entre recuperaciones, avances y duelos. Con la llegada de Ranieri, la Roma está aprendiendo a adquirir mayor seguridad, ahora también necesita cerrar la portería. Demasiados goles encajados, el último contra el Lecce, pero los dos primeros también de Atalanta y Tottenham, ya desde esta tarde la tarea es encontrar la portería a cero que Svilar falta desde el pasado 31 de octubre, la victoria por 1-0 contra el Torino. . Sólo cinco en total esta temporada, muy pocos para un equipo que aspira a volver a lo más alto. En realidad, sin embargo, N’Dicka ha intentado por todos los medios remediar los errores del equipo, basta pensar que en la Serie A está entre los mejores en balones interceptados (21), en balones robados (33) y en duelos aéreos ganados entre los defensores (29).
Estadísticas y números que confirman sus cualidades pero también su crecimiento respecto a aquel jugador que llegó hace un año y que evidentemente aún no estaba preparado para un campeonato difícil y táctico como el italiano. Tomó medidas, aumentó su rendimiento y también su precio. Llegado hace dos veranos gratis, el jugador tiene ahora un precio de 25-30 millones de euros: plusvalía total, nada mal. Gracias al crecimiento del chico que esta noche está dispuesto a encerrar la defensa y cerrar el partido sin encajar un gol.