Trigoria se ha vaciado en los últimos días. Administración normal cuando las eliminatorias europeas o mundialistas se juegan allá en Sudamérica o África. El partido del próximo domingo contra el Udinese no sólo es el partido más cercano en el tiempo, sino también el que no puede perderse para levantar la moral y avanzar hacia lo más alto de la tabla. Está claro que todavía estamos en el mundo de las hipótesis.
Pero la sensación es que Mourinho mandará al césped del Olímpico el mejor equipo posible, aprovechando también las recuperaciones de Spinazzola, Pellegrini y Renato Sanches cuenta este domingo el Corriere dello Sport. Ahora o nunca, en definitiva. Al margen de recaídas o lesiones de última hora. El Udinese, pues, no es un rival soft a estas alturas de la temporada: en el retrovisor, habiendo digerido el cambio en el banquillo, los bianconeri tienen el golpe en San Siro ante el Milán y el empate ante el Atalanta, entre otras cosas puntos sumados en tiempo de descuento y después de fallar un penalti. Dybala y Lukaku calientan en la delantera. La dupla que sobre el papel debe garantizar calidad, potencia, imprevisibilidad y goles.
Spinazzola y Kristensen parecen ser los favoritos en las bandas, mientras que detrás las opciones son limitadas con el trío Mancini, Llorente y NDicka protegiendo la portería de Rui Patricio. Cristante, por tanto, actuará como escudo ante la defensa. Será el pivote del mediocampo. Luego, el jueves, la Roma se enfrentará al Servette, que ya fue derrotado en el partido de ida. La consigna será rotar a pesar de la necesidad de ganar para mantenerse en el primer puesto del grupo de la Europa League. Mourinho cambiará por completo la cara de la Roma.
Y no se pueden descartar ocho cambios de once, empezando bajo palos donde estará Svilar. Cristante podría trabajar horas extras como central para dar descanso a Llorente, y el centro del campo también estará completamente renovado con Aouar, Paredes y Bove en el centro y Zalewski y Karsdorp en las bandas. Hipótesis, claro. Pero ésta parece la solución más lógica antes de volver a la pista en el campeonato, donde el viaje a Sassuolo estará a la vuelta de la esquina.
