Mourinho y los directivos de la Roma esperan la decisión final del gobierno italiano sobre la obligación de vacunación. Mientras tanto cruzan los dedos, agotados por una presión hasta ahora infructuosa. De hecho, sucede que en Trigoria, además de tres positivos, hay un No Vax. Un futbolista que ahora ha acabado en el centro de una tormenta social. Mientras el club intenta protegerlo.
Según cuenta el diario La Repubblica este martes, el técnico portugués intenta por todos los medios convencerlo, de hacerle abandonar sus convicciones. En repetidas ocasiones lo invitó a vacunarse, algo que le permitiría a todo el club dar un suspiro de alivio y dejar de seguir la evolución del debate político sobre las medidas anticontagio. El caso es que el deportista en cuestión hasta ahora ha respondido siempre con un no. Un gran problema. Sí, porque el No Vax es un jugador titular, por tanto una pieza fundamental teniendo en cuenta la escasa plantilla de la que dispone el técnico portugués.
Y, si en el Palazzo Chigi al final tuvieran que optar por la línea dura e imponer una parada a los deportistas no vacunados, la Roma se encontraría con un hueco que cubrir cuanto antes. Quizás ya en el tradicionalmente complicado mercado de enero. Es imposible obtener confirmación sobre la identidad del jugador. Una cuestión de privacidad, ha sido señalada por la empresa durante días. Como se mencionó, sin embargo, en la capital que vive del fútbol las 24 horas del día, ya hay quienes han dictado sentencia.
Mientras esperaban la reanudación del fútbol, los aficionados de la Roma partieron inmediatamente en busca del No Vax. En la mira, sin esperar notas o versiones oficiales de la Roma, pusieron a Chris Smalling y su esposa Sam. Aparte de la confidencialidad. Durante tres días, las páginas de Instagram del defensa inglés y su pareja han visto un continuo flujo de invitaciones a vacunarse e insultos.
