Lo intentara de nuevo, por enésima vez. También porque esa ante el Torino es su partido. Y sin caer en combinaciones inoportunas, puede/debe ser la del renacimiento. Porque para alguien como Andrea que ha marcado 100 goles en la Serie A solo con la camiseta granota, seguir con la casilla de goles en cero en la liga después de 8 meses es poco menos que anómalo.
Por suerte está la Europa League, competición en la que marcó tres goles que, sumado aquel inútil en la Coppa Italia ante Cremonese en el tiempo muerto, suman 4. Cuatro goles en 33 partidos. Cuatro tantos en 1232 minutos: uno cada 308. Traducido: uno cada 3,4 partidos. Mourinho se lo está pensando pero dados los próximos compromisos que le esperan a la Roma en abril (6 partidos en 21 días) es probable que en Turín siga dando una oportunidad a uno de sus delanteros centro. Belotti lo cree, lo espera.
Según cuenta el diario Il Messagero el italiano empezó la semana, con el pie en el acelerador, con muchas ganas de ganarse una camiseta de titular ante su antiguo club, del que era capitán. El sábado sueña con la gran ocasión desde el primer minuto, no teme posibles inhibiciones psicológicas frente a su antigua tifoseria, a pesar de que se espera un recibimiento todo menos afectuoso.
Para pesar sobre un ánimo ya no demasiado sereno tras la decisión de no renovar, también están los precedentes vividos en la ida. La afición granadina reprocha a Belotti el saludo negado al sector visitante del Estadio Olímpico, así como ese insistente deseo de batir el penalti ganado por Dybala en el minuto 92 y luego rematado sensacionalmente al poste.
