Este año la Coppa Italia quizás es la forma más fácil de conseguir un trofeo. Ganar el Scudetto para la Roma es prácticamente imposible, mientras que es muy difícil completar el camino hasta la final de la Europa League donde han descendido los «tiburones fallidos de la Champions«. El primer paso, escribe Gianluca Lengua en Il Messaggero, será vencer al Genoa el jueves por la noche (Olímpico a las 20:45), para superar los octavos de final. Nueve precedentes entre los dos equipos en la competición, con cinco victorias amarillas y rojas, un empate y tres triunfos para el club descendido el año pasado a la Serie B. Por otro lado, la copa nacional en sólo cuatro partidos puede ser el mejor camino para Mourinho para dar prestigio a la temporada (además de la clasificación para la Champions League), dar a la afición (que llenará el Olímpico: al menos 60.000 asistencias, los octavos del evento con mayor número de espectadores en la historia de los Giallorossi ) un motivo para festejar una vez más y posiblemente cerrar héroe su labor en la Capital.
Una copa llena de significados para la Roma, que verá por delante un camino lleno de obstáculos. Porque en el lado derecho del organigrama están Napoli y Milan. Y el equipo de Spalletti, primero en la clasificación de la Serie A, sería la formación a superar en cuartos de final, si se respetan las predicciones ante Cremonese. La Roma tiene muchas ganas de alzar la Coppa Italia, ganarla supondría llegar a 10, desbancar al Inter que se quedaría en 8 y acercarse a la Juventus que está en 14. Además, es un trofeo no llega desde 2008, cuando al frente de la Roma estaba Franco Sensi, que falleció casi tres meses después de la victoria en la final ante el Inter el pasado 24 de mayo.
José no propondrá una jugada arriesgada, sino estudiada al detalle. En defensa, por ejemplo, seguramente jugará Ibáñez porque está sancionado en la liga (se perderá el partido ante Fiorentina). Por otro lado, Smalling podría descansar, dando paso a Kumbulla que se sumaria a Mancini. Las dudas están en el centro del campo: Tahirovic tiene una oportunidad, Matic lo apoyaría, o la alternativa es ir a lo seguro confirmando a Cristante.
En el carril derecho estará Celik (Karsdorp está prácticamente fuera de la convocatoria), en el costado izquierdo habría una disputa entre Spinazzola (favorito) y Zalewski. En ataque, Belotti y Solbakken no parecen tener los minutos suficientes en las piernas para empezar como titulares y es casi seguro que Dybala descansara, tras estar sobre el césped los 90 minutos en el partido de San Siro ante el Milan. Espacio, por tanto, para Zaniolo y Pellegrini en primera línea y con Abraham como delantero central.