La Roma, tras recibir la declaración de amor de Gianluca Scamacca, no pierde la oportunidad de seguir también a Álvaro Morata, que es casi seis años mayor que su colega -el primero cumplió veinticinco en octubre y el segundo treinta y uno-, pero también tiene una currículum más importante, así como un salario mucho más alto. Con todos los problemas del caso, escribe Massimo Cecchini en La Gazzetta dello Sport esta lidiando la Roma.
Obviamente, hay una filosofía diferente en la elección de los dos delanteros. Scamacca es la inversión de perspectiva, el chico formado (también) en Trigoria, el aficionado que gustaría vestir la camiseta del corazón, el potencial nuevo delantero centro de la selección Mancini, mientras que Morata es el delantero favorito de Mou, un campeón.
El español ya ha levantado 18 trofeos en su carrera hasta el momento (solo contra la Conference League del italiano) gracias a haber jugado en clubes top como el Real Madrid, la Juventus, el Chelsea o el Atlético de Madrid. Incluso por él, sin embargo, la Roma pide una cesión con derecho a compra, pero el Atlético -que acaba de renovarle hasta 2026 pero bajando su salario de nueve a seis millones- le ha puesto una cláusula de 22 millones (aunque algunos hablan de diez o doce). De momento, demasiado para el club de Trigoria. Sin embargo, una cosa es segura: a principios de la semana que viene los giallorossi se moverán para tratar de apretar a Morata, en quien también trabaja Dybala, un querido amigo del español, también con la esperanza de dilucidar con el West Ham el tema ligado a Scamaca.
De hecho, el sueño sería poder vender a Belotti -lo que daría una plusvalía total- para poder tener los dos delanteros deseados, quizás los dos cedidos. Sin embargo, se hizo la misma solicitud a Salzburgo para hacerse con Okafor.
Como es normal, Mourinho tiene prisa, y no es ningún misterio que le gustaría otra llegada antes de partir hacia la concentración en Portugal, prevista para el 22 de julio. Así que ayer el Special One publicó un video con sus colaboradores donde se puede ver que tiene los pies sobre la mesa. Para descifrar la imagen tenemos que ir al mercado de fichajes de verano de hace un año, cuando el técnico dejó claro que los pies sobre la mesa significaban para él ganas e impaciencia. “Ahora no me tomo la foto en Instagram con los pies sobre la mesa, porque no tengo el coraje de hacerlo”, dijo en agosto, luego de elogiar el trabajo de Pinto. Ni que decir tiene, por tanto, que la reaparición de la imagen desató ayer a la afición giallorossi, muchos de los cuales piden más llegadas. Empezando por el nuevo delantero, que tendrá que asegurar los goles.
