Hace falta cabeza y un último esfuerzo físico para llegar a los cuartos de final de la Europa League y llevarse a casa puntos importantes en la carrera por la Champions (todavía muy abierta), con el plus de motivación para vengarse del derby de ida. El equipo volvió a los entrenamientos esta mañana a las 11 en Trigoria para empezar a preparar el partido ante la Real Sociedad.
Salida prevista para el miércoles por la tarde hacia el norte de la península ibérica, donde Mourinho también hablará acompañado de un futbolista, suspendiendo el apagón de prensa que seguirá también contra la Lazio en Serie A, donde el técnico seguirá descalificado. El viaje a España (jueves a las 21) terminará el viernes por la mañana, cuando los giallorossi regresen a Italia a poco más de cuarenta y ocho horas del muy delicado partido ante los biancocelesti de Sarri.
Las elecciones obligadas de ayer, salvo el descanso de Mancini que esta apercibido y el tiempo de descanso concedido a Dybala, que entró en la segunda parte para intentar dar la vuelta al destino de una tarde para el olvido, derivan de las numerosas ausencias acumuladas en los últimos días entre la enfermería y las suspensiones. En España debería estar disponible Belotti cuenta Il Tempo, que tras la operación de los dedos de la mano derecha del sábado entre hoy y mañana podrá retirarse el aparato ortopédico y volver a ponerse a disposición de Mou. Hay que evaluar las condiciones físicas de Solbakken (fuera de la lista de la UEFA) y Llorente, ambos con molestias musculares.
El español paró en el partido de ida ante la Real, pero en Trigoria esperan recuperarle ya para la vuelta a San Sebastián, dada la tarde de terror de Kumbulla. También hay que evaluar las condiciones de Pellegrini, que tras el traumatismo craneoencefálico y los puntos podrá volver a los entrenamientos con casco protector: el miércoles, será el día decisivo para saber si podrá vaya a España. Mourinho, en cambio, volverá a tener disponible a Cristante tras la jornada de sanción.