El Udinese para volver a empezar. Como en abril. Según cuenta Stefano Carina en Il Messaggero, hace siete meses Pellerini acababa de fallar un penalti en Rotterdam contra el Feyenoord. En las redes sociales se le acusaba de haber sido renovado como jugador top, en la radio se debatía sobre el rendimiento del capitán, el hecho de ser romano y seguidor de la Roma de repente se convierte en un pecado por el que hay que pagar.
No para los aficionados que frecuentan el Olímpico. No para la Curva Sud. Al entrar al terreno de juego, Lorenzo recibe un apoyo inesperado. Se vuelve hacia el sector más caliente de la afición giallorossi y lee una pancarta que dice: «Para bien o para mal, el capitán sigue siéndolo«. Es una liberación. El capitán vuelve a jugar como sabe. La Roma ganó 3-0, Pellegrini marcó un gol y luego lo repitió 4 días después contra los neerlandeses. Es su asistencia a Dybala la que lleva al alargue y también es Lorenzo quien hace la deliciosa apertura para Abraham que conducirá al 3-1. Selló la noche mágica con el gol del 4-1. Tres días después también marcó en Bérgamo. Un renacimiento.
Ahora, la lesión del flexor derecho finalmente quedó atrás. José lo está esperando. Y no pierde ocasión para señalarlo: «Le echamos de menos, Lorenzo es el vínculo entre el centro del campo y el ataque«. Lukaku y Dybala se aislaron en ataque sin recibir un balón jugable que, en opinión del ‘Special One‘, debe provenir del propio capitán, que por tanto está llamado a incrementar las soluciones ofensivas que han parecido escasas e ineficaces en los últimos partidos. Sin olvidar que su ausencia también fue fundamental en las jugadas a balón parado.
Por tanto, encontrar la continuidad es el primer objetivo. Pero Lorenzo ya mira más allá. Y no estar en la selección, en su partido en el Olímpico del viernes contra Malta, le pesa. Ahora sólo falta el último paso, el de volver al campo y lo hará ante Udinese. Ahora tendrá varios entrenamientos por delante para alcanzar una condición aceptable. El partido ante los de Friuli está previsto para el domingo 26 a las 18 horas contra el Udinese. Y luego no volver a parar nunca más.