Un poco de apoyo para alguien que no ha tenido tanto desde que llegó a Roma. José Mourinho tras la victoria ante el Ludogorets ha querido centrarse en Matias Viña, cortando ese fuego amigo (sí, esta vez enemigos no) de la afición que en las apariciones del futbolista uruguayo más de una vez han retumbado: «Hay que respetarlo más, fuera de casa es otro jugador. En el Olímpico hay un ruido que no ayuda y en cambio es de los que es ejemplar en su actitud” dijo el Special One.
Y de hecho esta noche estuvo entre los mejores en el campo de la línea defensiva, incluso en un rol que no es el suyo. Consiguiendo, sobre todo en la segunda mitad tras un par de cierres, arrebatar esos primeros auténticos aplausos a su afición. Con la esperanza, suya y de Mourinho, de que sea un nuevo comienzo.