Por contrato, el matrimonio debe durar hasta junio de 2024. De momento, no está oficial ni la separación ni la prórroga, escribe Marco Juric en La Repubblica. La Roma y Mourinho seguirán juntos la próxima temporada también, respetando los acuerdos firmados hace dos años. Mourinho quiere continuar su aventura de amarillo y rojo. Pero quiere hacerlo en condiciones diferentes.
Tener más poder de decisión e indicar la dirección deportiva, muy consciente de las dificultades económicas. Planificación, presupuesto y ambición. Los puntos focales que el portugués querría discutir con los Friedkins están claros, ahora habrá que entender cuáles son las intenciones de los estadounidenses.
Todos los obstaculos que se tendrán que resolver en la reunión prevista entre el entrenador y los propietarios. Porque la línea Friedkin nunca ha cambiado. El único club que podría hacer vacilar al portugués es el Chelsea, dado que el futuro de Potter aún está por escribirse.
José está estrechamente ligado a la megalomanía futbolística del propietario Boehly. Pero la Roma necesita a Mou, al igual que él necesita que la Roma seguir siendo el Special One.