“¿Tienes un silbato para mí también?”. No podía faltar el chiste de José Mourinho. Cuando sorprendentemente decidió ver el partido desde la grada, entre los vestuarios y el ascensor que le llevaba al segundo piso del Meazza, se encontró con los «hombres» del Inter, a los que inmediatamente les profirió la polémica broma.
Luego, el ‘Special One’ se sentó con el analista del partido Giovanni Cerra para seguir el partido, como lo ha hecho en el Olímpico este año cuando ha estado sancionado. Con él también el entrenador de porteros, Nuno Santos. Estuvo 39 minutos, tiempo suficiente para recibir los cánticos de cariño de los aficionados que lo vieron. Luego desapareció.
El ‘plan’ estuvo a punto de tener excito gracias a Cristante que estuvo a punto de marcar el 0-1 en la única acción ofensiva de los Giallorossi. Así lo preparó José: defenderse durante al menos dos tercios del partido y luego lanzarse al ataque con las últimas energías disponibles cuenta Il Messagero.
“No teníamos la mitad del equipo: faltaban Spinazzola, Smalling, Dybala y Pellegrini. Venir aquí sin medio equipo con un regalo más de la Liga porque no pudimos jugar el lunes sino el domingo. Los chicos tuvieron buena actitud. Por eso estoy aún más triste, ellos merecían más» dijo José a los medios del club tras el partido.