José Mourinho vuelve al pasado y hace el gesto de las esposas después de que se rechazara su apelación contra su sanción de dos partidos. Oficialmente es un anuncio de Hublot, fabricante de relojes de lujo del que es testimonio, pero el gesto con las muñecas cruzadas simboliza su estado de ánimo.
José Mourinho no podrá sentarse en el banquillo en los partidos contra el Sassuolo y la Lazio porque no se admitió el recurso contra la sanción de dos partidos impuesta tras la disputa con el árbitro Marco Serra en el Cremonese-Roma. El club ha comunicado que quiere guardar silencio ante la prensa, ningún miembro ni directivo hablará antes, durante y después de los partidos en cuestión.
Pero José, a su manera, quería decir algo. Recordó un gesto que ahora se ha vuelto icónico para los aficionados del Inter y que se remonta al 20 de febrero de 2010 cuando se jugaba el Inter-Sampdoria en San Siro y el árbitro Tagliavento había expulsado a Samuel y Córdoba.
El Special One, tras un toque de pañolada de todo el estadio, gira hacia el palco de prensa e imita el gesto de las esposas: «Para hacerme perder me tienen que arrestar» fue el significado de un gesto que pasó a la historia.
