José Mourinho quiere cambiar las cosas. El primer paso tras la derrota ante el Slavia Praga estuvo representado por las declaraciones contra el equipo, el segundo será desplegar un equipo anti-Lazio con algunas sorpresas asegura Gianluca Lengua en Il Messagero.
Lo ocurrido en la República Checa no gustó al técnico, que está valorando pequeñas correcciones. Por ejemplo, la defensa que (casi) seguro estará formada por Mancini, Llorente y Ndicka. Pero hay un porcentaje mínimo de que Cristante vuelva a estar entre los tres centrales. Haber encajado dos goles en un equipo modesto como el checo le dejó un mal sabor de boca.
Luego habrá que ajustar el mediocampo, porque Paredes no marcó diferencias cuando regresó de la suspensión. De cinco balones largos sólo uno llegó a su destino. El argentino tendrá que dar más en fase ofensiva construyendo juego. Por último, hay un puesto para tres jugadores para el tercer puesto en el centro del campo. Aouar, Bove y Renato Sanches compiten por ello. Este último tendría ventaja sobre los demás. Sus cualidades como centrocampista de campo a campo pueden resultar invaluables contra la Lazio. El único signo de interrogación es el sello. Mourinho no puede permitirse una sustitución a los pocos minutos por lesión, pero el cuerpo médico le ha asegurado que no habrá problemas. De lo contrario, hay espacio para Bove. Pellegrini está parcialmente de vuelta en el equipo y quiere ser convocado para el derby.
Hoy se tomara la decisión. En los flancos casi no hay dudas: Karsdorp será el preferido por la derecha, mientras que Spinazzola debería regresar por la izquierda. Dybala será titular en ataque. Trabajará junto a Lukaku y será la conexión con el mediocampo. Cuando están juntos en el campo, la Roma marca tres veces más que cuando uno de ellos no está. Insustituible.