José Mourinho ha elegido el silencio. En la jornada en la que la Roma se sitúa cuarta tras la sanción que la Cámara Federal de Apelaciones le propinó a la Juventus, el técnico ha decidido cancelar la rueda de prensa de hoy en la previa del Spezia-Roma.
Dejando -escribe Gianluca Lengua en ‘Il Messaggero’– a Tiago Pinto para explicar lo que está pasando con Nicolò Zaniolo. Un jugador al que Special One siempre ha defendido, incluso en los momentos más delicados, sabiendo que el club estaba dispuesto a venderlo también en enero.
Una elección legítima, pero sobre todo en un momento de mucha tensión por la doble ausencia de Zaniolo. Primero con la Fiorentina por un «malestar intestinal» con Pinto que enseguida dio a entender que algo no andaba bien.
Ayer el caso estalló definitivamente y lo obligará a asumir un cargo público. Un chico al que José siempre ha protegido desde su llegada a Trigoria. Garantizando que se mantendría al menos hasta el final de su mandato. Su garantía fracasó el día que la UEFA multó al club con 35 millones de euros por incumplimiento del juego limpio financiero.