En la víspera del Roma-Napoli José Mourinho lo reiteró por última vez: «No tengo dudas, quiero quedarme aquí. Pero de ahora en adelante no quiero hablar más de ello«. Como si dijera que no puedo hacer más que lo que he hecho.
El balón lleva tiempo en manos de los Friedkins, que siguen tomándose su tiempo respecto al futuro del técnico. Pero a través de la directora ejecutiva del club Lina Souloukou han comenzado las grandes maniobras asegura Marco Juric en el diario ‘La Reppublica‘. Entre sondeos, planes alternativos y castings con otros entrenadores y directores deportivos.
Fin de las retransmisiones sobre el asunto, también porque ahora toda la atención (y la presión) recaerá sobre Dan Friedkin asegura por su parte Jacopo Aliprandi en el Corriere dello Sport. Desde el partido ante el Bologna el presidente no ha dado señales al respecto de la voluntad del entrenado a pesar de que la gran mayoría del equipo (incluso después del acalorado encuentro entre Mou y los jugadores tras el partido ante los de Motta) y la afición de la Roma ya han manifestado su preferencia por el futuro del banco banquillo giallorossi.
Tener al técnico portugués disponible para quedarse sería un lujo para muchos equipos, ahora le toca a la Roma decidir si aprovecha la oportunidad o no.