El problema de la realización depende de la cabeza pero también de la técnica. Por ello, José Mourinho decidió dedicar casi todo un entrenamiento a la práctica del tiro al arco según cuenta Corriere dello Sport. Ocurrió el sábado, dos días antes del partido contra el Verona, con la esperanza de mejorar la concreción ofensiva que hasta ahora ha sido el principal defecto estructural de la Roma.
La Roma ha anotado 6 goles menos que la temporada pasada, una cifra que no depende en modo alguno solo Abraham, secó en la Serie A desde aquel gol ante Empoli del 12 de septiembre: incluso en su primera temporada italiana, tuvo cifras similares; 2 goles después de 11 jornadas. Y ni siquiera depende de Zaniolo, que en estos tiempos en 2021 tenía su contador de goles en cero al igual que hoy.
Dybala, antes de lesionarse había llegado a 5, evidentemente no importa en este razonamiento: reemplazó solo los goles de los centrocampistas que se fueron, Veretout (3) y Mkhitaryan (2). En cambio, faltan los goles de Pellegrini (1 contra 5), que sin embargo tiene dos handicaps: la posición más alejada de la portería.
Sin embargo, también hay una tendencia reciente a considerar. Hasta hace unas semanas, la Roma ocupaba los primeros puestos de la Serie A por número de remates intentados y oportunidades creadas. En los últimos partidos, sin embargo, el ritmo de productividad ha bajado un poco, con el preocupante «cero» registrado en la derrota ante el Napoli. Hace siete años que la Roma no pasa todo un partido de la Serie A sin dejar de adivinar la dirección de un tiro.
Estudiando los tiros intentados, descubrimos que Abraham y Pellegrini fueron los más emprendedores en los últimos veinte metros: patearon a puerta 28 veces cada uno, más de 2,5 por partido, con una precisión revisable. Abraham disparó al entre los tres palos 13 veces, Pellegrini solo 8. Decididamente más productivo fue Dybala, con 10 tiros de 23 a puerta y 5 goles en total. Mal Zaniolo: 15 disparos, 3 de los cuales llegaron a su destino sin alegría.
Por tanto, el sábado Mourinho se dedicó a las lecciones de precisión, reservando el entrenamiento final para las pruebas tácticas con vistas a Verona. Estos momentos les suceden a los profesores con los alumnos. Esta noche en el Bentegodi sabremos si se servirá el simulacro.