El teléfono sigue sonando, de una parte el entrenador que fue el primero en apostar por el proyecto de los Friedkin, capaz de ganar de inmediato en el primer año y devolverle el entusiasmo a las hinchas. El objeto de deseo de José Mourinho tiene nombre y apellido: Paulo Dybala. El argentino sigue viviendo el momento más delicado e importante de su carrera con relativa tranquilidad. Tras el final del matrimonio con la Juventus, ahora toca pasar página: tras los primeros acercamientos concretos con el Inter de Marotta, que adora a la Joya, el camino nerazzurro ha presentado más obstáculos que otra cosa. Y cuando un camino no tiene más salidas, siempre es mejor plantearse rutas alternativas, representadas en este momento por Roma y Napoli.
Según cuenta el diario La Reppublica Mourinho le llamó varias veces, haciéndolo saber que sería un punto central en su idea del equipo. Pero está claro que el interés serio debe ir acompañado de una oferta adecuada, acorde con el valor del talento argentino. De momento no se ha formalizado ninguna propuesta económica en el entorno del jugador, pero los giallorossi han dejado claras sus intenciones en los últimos días.
La Roma quiere poner sobre la mesa una propuesta de unos seis millones de euros para acercarse lo máximo posible a las peticiones de Joya. También está el Napoli, dispuesto a volcar la oferta de renovación que le presentó a Koulibaly por más de seis millones de euros, pero el sí al conjunto azurri no se da por descontado, sino todo lo contrario. La Champions tiene su peso, pero no puede representar una garantía a priori. Si el Inter abandona definitivamente la escena, el futuro de Dybala se decidirá en los próximos días. Y muchos esperan que sea el camino a la capital italiana.