Tras una larga espera, José Mourinho finalmente pudo ver en el trabajo a Matías Viña, que aterrizó en Roma el 25 de julio, y estuvo dos semanas trabajando solo, sin poder sumarse al equipo en Portugal, en medio de la estricta cuarentena impuesta a los que vienen de Brasil. país donde la situación del Covid es de especial preocupación, y algunos detalles sobre los métodos de pago que han retrasado el anuncio oficial.
El lateral uruguayo que llegó procedente del Palmeiras también entrenó el lunes, renunciando al día libre (Cristante y Shomurodov hicieron lo propio) y ayer hizo toda la sesión con el grupo. Queda por ver si Mourinho lo considerará listo para ocupar el lugar de Spinazzola desde el partido inaugural, en la Conference League, contra uno entre Molde y Trabzonspor (ida 3-3, regreso de mañana a Noruega), o si prefiere hacerlo. Depende de quién trabajó con él durante esta primera fase de preparación, como Riccardo Calafiori (pero en un par de ocasiones como lateral izquierdo también se adaptó Ibáñez).