Alta tensión en el Olímpico. José Mourinho fue expulsado por el árbitro Chiffi en el minuto 57, causando revuelo en el terreno de juego. Todo empezó con un penalti solicitado a viva voz por la Roma. Zaniolo, cayó en el área por una detención con decisión de Okoli y Chiffi de pitar la falta en ataque.
Durante las protestas de los giallorossi, el Atalanta reanudó el juego, dirigiéndose prácticamente imperturbable hacia la portería de Rui Patricio. Mourinho entró así en el terreno de juego para parar la acción, contra el reglamento. Chiffi se lanzó entonces hacia el portugués sacándole inmediatamente la roja directa y desatando el revuelo en el césped.
En ese momento, el entrenador de la Roma perdió la cabeza y su staff apenas lo contuvo mientras continuaba hablando con el árbitro. El Estadio Olímpico se alboroto y vitoreaba a su entrenador, que se posicionaba así tras la balaustrada al margen, todavía visiblemente nervioso. Mourinho se perderá el partido contra el Inter en San Siro el 2 de octubre.