Tres días de descanso, la reanudación de los entrenamientos prevista para el martes. ¿Muchos? Lo correcto ya que desde ayer Trigoria se ha vaciado y quedan muy pocos jugadores para entrenar. Once jugadores viajaron por todo el mundo, más otro cuatro en la enfermería recuperándose de sus respectivas lesiones. Por ello, el Special One ha decidido conceder unas horas más de relax a los que permanecieron en la capital, para luego tenerlos concentrados al máximo para la reanudación de los entrenamientos cuenta Corriere dello Sport. También será necesario esto, una cabeza libre de pensamientos negativos para salir de un momento decididamente malo al inicio de la temporada.
Mourinho trabaja para salir del agujero inicial centrándose en el carácter de los jugadores, en su deseo de salir de este periodo y empezar la temporada a partir del 17 de septiembre, Roma-Empoli. De la cabeza a las piernas, de una concentración diferente a un ritmo de juego más elevado. Durante estos diez días de parón, el técnico y su staff trabajarán para mejorar los aspectos de una Roma que aún está en construcción, buscando no una identidad sino un sistema de juego adecuado para aprovechar al máximo el potencial de los jugadores. Si las lesiones lo permiten. Mou espera en primer lugar tener toda la plantilla disponible en el próximo bloque del campeonato. Así que recuperar a Renato Sanches, Aouar y también tener a Dybala en su mejor momento. Ciertamente no son tres extras.
Esperando también que los partidos de la selección puedan devolver a los jugadores en forma y sin problemas. Empezando, desde Paredes hasta Lukaku y pasando por los azzurri, podrán jugar y mejorar su condición. Al menos esto lo desea Mourinho especialmente para el argentino y el belga, pero también para quienes podrán trabajar en Trigoria en los próximos días como Smalling, Llorente y Pellegrini. Necesitas ritmo, intensidad, velocidad. En la maniobra y en los duelos. La Roma alterna momentos de carrera con un trote ineficaz y esto se convierte en un problema en el juego.
Como también lo es la inconsistencia en las bandas en el empuje ofensivo. Aparte del gol de Spinazzola, los laterales necesitan dar asistencias y esto, en un 3-5-2, es un déficit tan importante como lo fue la temporada pasada. Por eso no se puede descartar que Mou pueda pensar en volver a la linea de cuatro atrás en los próximos partidos pero también durante el partido en curso. Con Cristante posiblemente retrocediendo para darle más apoyo a la linea de defensa. Sin el empuje de las bandas, agregar un jugador extra en el centro del campo podría mejorar la maniobra y dar más apoyo al ataque. Trabajo en marcha, Mou estudia soluciones para salir del momento negativo.